Puerto Rico en busca de líderes
La realidad de nuestro país redunda en la muy conocida crisis. Escuchamos y leemos a diario sobre la “crisis energética”, la “crisis económica”, la “crisis social”, asesinatos de jóvenes, abusos contra los niños y un sinnúmero de acontecimientos indudablemente indignantes y preocupantes. Definitivamente, son conflictos que no podemos resolver de un día para otro y para los cuales urge desarrollar nuevas e integrales medidas.
Sin embargo, ¿quién es responsable por la implantación de esas nuevas estrategias en el país? Seguramente lo primero que se nos ocurre es el pensar en el Gobierno.
Ciertamente el desarrollar proyectos del pueblo y para el pueblo es una de las funciones primordiales de los funcionarios gubernamentales. Por otro lado, ¿qué papel jugamos nosotros, los ciudadanos activos, la población general? El futuro de nuestro país no está en las acciones que se tomen en este cuatrienio ni en el próximo. El futuro de Puerto Rico está en las manos de los padres trabajadores que crían a sus hijos decentemente, motivándolos a estudiar y desarrollarse como individuos responsables; en las manos de los jóvenes que hacen la diferencia formándose como ciudadanos, ayudando al prójimo y sirviendo a otros sin esperar nada a cambio; en las manos de los universitarios que brindan servicios a las comunidades especiales y se esfuerzan día y noche diseñando nuevos proyectos de energía renovable o el nuevo tratamiento para el cáncer.
Ese futuro descansa igualmente en las manos de los maestros y maestras comprometidos con el aprendizaje crítico y consciente de sus pupilos y quienes se convierten en sus modelos a seguir; en las manos de los agricultores cuyo sudor y labor rinden fruto en nuestra mesa todos los días. El aliento de prosperidad que nuestro país necesita se encuentra en cada uno de nosotros. Aspiremos a ser líderes comprometidos y nuevos agentes de cambio.