Si necesita ayuda con las pastillas
Un grupo de farmacéuticas puede ayudarle a organizar sus medicamentos para que siga el tratamiento al pie de la letra y logre resultados
Una pastilla antes de comida, dos después de comer, dos en la noche y un antibiótico que no puede tomar con leche.
Tantas instrucciones pueden confundirlo y provocar que se olvide de tomar los medicamentos, que no los tome a la hora indicada o, incluso, que vuelva a tomarse la pastilla ante la confusión de que no la haya tomado.
Esos son solo algunos de los factores que responsables de que los medicamentos que le receta su médico no den los resultados esperados, especialmente si tiene varias condiciones de salud y múltiples medicinas. También le afecta si toma medicamentos que interactúan con alimentos o con otras medicinas, especialmente cuando toma productos que compra por su cuenta y no le informa a su médicos, o si toma dosis inadecuadas para su condición. Para solucionar estas situaciones, necesita organizarse y, muchas veces, la ayuda de otra persona. Una de las estrategias recomendadas es hacer una tabla en la que indique el nombre de los medicamentos que toma, las dosis, las horas en las que debe tomarlos, ins- trucciones especiales (como alimentos que interactúan con el fármaco) y el nombre del médico.
También se puede hacer una tabla en la que se identifiquen con un sol los medicamentos que se toman de día y con una luna los de por la noche. Asimismo, para facilitar la visibilidad de los frascos, les puede pegar estrellitas de colores, pegatinas fosforescentes o gomas de colores.
Esas son algunas de las estrategias que recomiendan farmacéuticos licenciados, residentes y estudiantes que trabajan en la Clínica de Manejo de Terapias con Medicamentos de la Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico.
La tabla ha resultado ser una herramienta valiosa para llevar los tratamientos médicos de la manera correcta, explica la doctora en farmacia Suzette Vélez encargada de la Clínica. Otra estrategia que ha diseñado para los pacientes que visitan la clínica es poner una foto de un nieto o nieta en la puerta de la nevera con una etiqueta que diga: “abuela acuérdate de tomar la medicina”. Asimismo, poner la alarma del teléfono para avisar que es hora de tomar la medicina y distribuir los medicamentos en un pastillero, puede ser de ayuda.
INVESTIGADORAS DE LA SALUD. Como cada paciente es un mundo -por sus condiciones de salud, cantidad de medicamento y rutina de vida- es importante diseñar estrategias individualizadas. Eso comienza con una entrevista en la Clínica.
“Somos como el Dr. Gadget”, bromea la farmacéutica sobre la labor detectivesca del personaje de una serie de dibujos animados.
Vélez explica que en esa entrevista inicial tratan de descubrir la raíz de los problemas que indican los pacientes o los médicos que los refieren. Ahí descubren cosas como que un paciente de asma no sabe utilizar correctamente los medicamentos que hay que inhalar o que vienen en polvo y hay que mezclar, coinciden Vélez y la doctora Denise Figueroa. Asimismo, personas que necesitan insulina fallan en la forma de administrársela por razones que pueden ir desde el olvido hasta el miedo al pinchazo.
La evaluación de las profesionales de farmacia también permite conocer si, según el cuadro de salud del paciente, se toma los fármacos que debe tomar, si le falta alguno, si tiene de más o si tiene las dosis adecuadas. En caso de tener que recomendar cambios en este aspecto, las encargadas de la clínica se comunican con los médicos de la persona.
“Ayudamos a que las personas maximicen su tratamiento y a que no haya efectos adversos a la salud”, sostiene Vélez
“Muchas personas van a más de un médico y esos médicos no tienen toda la información de ese paciente”, en términos de sus medicamentos, explica la decana de la Escuela de Farmacia, Wanda T. Maldonado. En ese ejercicio también ayudan las profesionales de la clínica, pues se toman el tiempo para hablar con el paciente sobre sus hábitos y el seguimiento a su tratamiento.
ALIMENTOS QUE AFECTAN. Además de las indicaciones sobre el uso de los medicamentos, para evitar efectos adversos en la salud, el equipo educa al paciente sobre diversos aspectos. Entre ellos, la interacción que puede haber entre medicamentos y alimentos, como el anticoagulante Coumadin, cuyo efecto disminuye con el aguacate; y algunos medicamentos para la hipertensión y el colesterol, con la toronja, que puede potenciar el efecto del fármaco; la leche, que afecta el nivel de absorción de ciertos antibióticos; igual que el hierro, que no se debe mezclar con productos lácteos.
Actualmente, la clínica recibe pacientes con Medicare parte D, que les cubre el servicio de evaluación y orientación que se ofrece, y también atienden pacientes que quieran pagar el servicio de manera privada, pues los demás planes médicos aún no ofrecen cobertura. También se hacen consultas por teléfono.
Para recibir más personas, la instalación acaba de ampliar el grupo de trabajo, por lo que cualquier persona interesada puede comunicarse al (787) 758-2525, extensiones 3703, 5307 y 5319.
El año pasado, la clínica atendió a 207 personas, cuya edad promedio fue de 71 años, y cuyos cuadros de salud más frecuentes incluían diabetes, hipertensión y colesterol alto.