En busca del cuarto acusado por asesinato
Iván Orlando Oliveras Cruz es buscado por la Policía como parte del cuarteto que asesinó a una joven embarazada en Caguas
Angeliz Carrasquillo Rosa no superó el ataque a tiros donde el supuesto blanco era su esposo, pero el pequeño retoño que llevaba en su vientre sobrevivió a la muerte de su progenitora.
Mientras, José del Llano Aguayo, de 66 años y veterano de guerra, aún se encuentra recluido en un hospital luchando contra una infección causada por una bacteria luego de perder un ojo por un balazo.
Ellos fueron las víctimas de una balacera reportada el pasado 4 de julio en la carretera PR-1, jurisdicción de Caguas. La Policía ya arrestó a tres de los individuos que participaron en el ataque, los cuales se encuentran en el Complejo Correccional de Bayamón, No obstante, aún siguen tras la pista de otro sospechoso por la muerte de la joven madre y por otros dos cargos por intento de asesinato producto de la balacera.
El fugitivo de la justicia fue identificado como Iván Orlando Oliveras
Cruz, apodado Pan Viejo. “Es sumamente peligroso porque controla puntos de droga en el área metropolitana y en Caguas”, señaló el agente Ángel Silva Sánchez, del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas, quien destacó que se trata de una persona que presume se encuentra armada.
Oliveras Cruz, cuya residencia es en Trujillo Alto, ya había sido arrestado por la Policía en junio del 2013 por violación a la Ley de Sustancias Con- troladas, informó la Uniformada.
Asimismo se le relaciona con otros peligrosos individuos del bajo mundo. “A Pan Viejo se menciona que le dio protección a ‘ Coco’ cuando estuvo prófugo”, dijo el agente Silva Sánchez.
El policía se refirió a José “Coco” Gómez López, acusado por una masacre que ocurrió en Aguas Buenas el 3 de mayo de 2013, donde murieron cuatro personas. Coco supuestamente controlaba los puntos de los residenciales Villa del Rey y Raúl Castellón.
Los otros supuestos autores del asesinato de la joven embarazada fueron identificados como José Luis Rodrí
guez Verdejo, de 21 años y conocido
como Perro; Christian Rodríguez
Rivera , de 22 años y apodado Gran
Danés; y Julio Morán Pastrana, de 21 años y cuyo apodo es Safari. Los tres son oriundos de Caguas. LA NOCHE DEL CRIMEN. La balacera en la que murió la joven embarazada ocurrió durante la noche del 4 de julio, en plena vía pública.
Carrasquillo Rosa y su esposo Félix Jamil Díaz Hernández, de 22 años, habían salido de una fiesta de cumpleaños en el residencial Raúl Castellón y se dirigían a un local a comer junto a unas amistades que viajaban en otro vehículo, explicó el agente investigador.
Eran alrededor de las 8:00 p.m. cuando el auto Nissan Máxima blanco en el que viajaba la pareja, se detuvo en una intersección a esperar el cambio de luz del semáforo, esto a pasos de varios negocios y locales de comida rápida.
Un auto Toyota Corolla color vino, en el que viajaban los cuatro sospechosos del crimen, entró por la carretera marginal de la carretera PR-1. Los ocupantes del Toyota comenzaron a disparar contra l el auto en que viajaba la pareja.
Díaz Hernández salió corriendo del auto, en un supuesto intentó para proteger a su compañera de los tiros.
“Él ve que ella esta herida y se baja para que le disparen a él no a ella”, indicó el agente Silva Sánchez.
El hombre, quien trabajaba como guardia de seguridad, entró al restaurante de comida rápida. Tenía heridas de proyectil de bala en la espalda, un
muslo y el brazo derecho.
En ese momento las balas alcanzaron a Del Llano Aguayo. El veterano, quien al momento de los disparos salía de comer un helado en un negocio de venta de pollo, perdió el ojo y tiene la bala alojada en la cabeza.
“Su condición es delicada”, describió el agente Silva Sánchez.
La joven madre murió en la escena. Los paramédicos que llegaron determinaron que la joven, cuyo embarazo rondaba los ocho meses, no tenía signos vitales, pero siguieron con el procedimiento de resucitación cardiopulmonar en busca de salvar el bebé.
Carrasquillo Rosa, de 19 años, fue llevada al hospital HIMA, en Caguas. Una cesaria logró salvar al bebé De
mian Chael, como ella había decidido bautizarlo.
El infante estuvo varios días entre la vida y la muerte tras nacer prematuro. El Departamento de la Familia mantuvo su custodia hasta finales de julio cuando fue dado de alta y entregado a un familiar.
La Policía realizó una investigación que apunta a que el esposo de la joven embarazada era el blanco de los pistoleros. COOPERA CON LA INVESTIGACIÓN. Díaz Hernández, quien decidió cooperar con la investigación, no tenía expediente criminal. No obstante, esta no fue la primera ocasión en que la que el joven sobrevivió a un ataque a tiros, informó el agente Silva Sánchez.
“Dijo que desconocía por qué le estaban disparando y quería hacer justicia a su esposa y bebé”, señaló el agente sobre la cooperación del esposo de la víctima y padre del bebé.
Tras el crimen, la Policía había informado que en el Nissan Máxima en que viaja la pareja cuando fue atacada a tiros encontraron 78 bolsas de marihuana, 75 de cocaína, una pistola Glock, calibre 9 milímetros cargada y un tambor con 50 balas.
El agente Silva Sánchez informó que la ocupación de esa droga está en investigación y que aún no le han radicado cargos a Díaz Hernández por posesión de drogas o armas.
“No tenemos nada que nos pueda confirmar que (el padre del bebé) tenía un punto de drogas”, dijo el agente. “No tiene casos criminales ni por droga, ni por Ley de Armas”, indicó.
El esposo de la víctima fatal se encuentra actualmente bajo protección de las autoridades, señaló el agente Silva Sánchez. Este además informó que la Agencia federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) asumió jurisdicción en este caso.
A nivel local, la División de Arrestos Especiales de la Policía continúa tratando de dar con el paradero de Oliveras Cruz. El agente explicó que en una ocasión los familiares del fugitivo estuvieron a punto de entregarlo, pero no se concretó.
Contra Oliveras Cruz pesa una orden de arresto expedida por el juez Ed
gard Figueroa Vázquez, del Tribunal de Caguas, con una fianza de $4.5 millones por los delitos de asesinato en primer grado, tentativa de asesinato y violación a la Ley de Armas.
La Policía exhortó a cualquier persona que tenga conocimiento sobre el paradero de Iván Orlando Oliveras Cruz a comunicarse al (787) 343-2020 o el (787) 744-7252 del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas.