LAS DIETAS PELIGROSAS PARA ATLETAS
Muchas se basan en una baja ingesta calórica que no es compatible con la práctica del deporte
Algunos métodos para bajar de peso y altos niveles de ejercicio parecen ser la combinación perfecta para lograr un cuerpo sano, pero no todo es tan evidente: muchas de estas dietas ponen en riesgo la salud y el rendimiento deportivo.
Es por eso que Carlos Jorquera, nutricionista deportivo y profesor universitario, señala que "la variedad de dietas es tremendamente extensa. Tienes aquellas cuyo origen es, muchas veces, desconocido como la dieta de la sopa, de la manzana, del repollo, etc., y otras que tienen cierto fundamento "científico" que aparecen de vez en cuando como, por ejemplo, la dieta Atkins, Dukan, Ornish, la Zona, etc.". El profesional agrega que la problemática de algunas de ellas es que "se basan en una baja ingesta calórica, muchas veces extrema, lo que no es compatible en absoluto con la práctica de ejercicio o deporte. Muchas personas defienden el uso de estas dietas en el ejercicio, pero se debe, simplemente, al desconocimiento de los riesgos que esto conlleva, y que es muy grande para quienes se entrenan y hacen deporte".
Algo similar señala Ignacia Pagliettini, nutricionista de vidanutricion.cl, quien explica que "la práctica habitual de un deporte exige un cuidado especial con la nutrición. Sobre todo cuando se trata de actividades de alta exigencia física o de esfuerzo continuo por largos períodos de tiempo. Por eso es necesario descartar de inmediato dietas extremas que pueden generar daños metabólicos al privar o restringir la ingesta de proteínas, aminoácidos o micronutrientes esenciales que, tarde o temprano, afectarán la salud".
LO BUENO Y LO MALO. En cuanto a los errores más comunes de este tipo de dietas, el nutricionista deportivo señala que "es pensar que toda la energía para el ejercicio proviene de la grasa de depósito y esto no es verdad, ya que a intensidades medianas o altas, el principal combustible de nuestra musculatura es la glucosa (carbohidratos), por lo que el rendimiento en el entrenamiento o competencia va disminuyendo por la progresiva falta de energía para el ejercicio y para la recuperación. Es por esto que nuestro cuerpo, al buscar satisfacer la energía que se necesita durante y posterior al ejercicio, utiliza los aminoácidos de nuestra musculatura para transformarlos en glucosa, cubriendo las necesidades de este combustible provocando una pérdida progresiva y constante de tejido muscular".
Es por eso que Ignacia Pagliettini señala que, en resumen, "el deporte habitual combinado con una dieta destinada a bajar de peso debe ser recomendada y supervisada por un especialista previo a una completa evaluación. Asimismo, para lograr un buen rendimiento deportivo, es importante tener un peso adecuado y una dieta que asegure la reposición de minerales y la recuperación de masa muscular".
La nutricionista deportiva de 110 Sport & Health Center María Ignacia Selman, agrega que "si se hace una dieta en la casa, se deben consumir equilibradamente proteínas, lácteos descremados, huevos y carnes magras. Nunca eliminar totalmente la grasa (usar una cucharadita de aceite para aliñar las ensaladas), variar las verduras que se consumen y hacer ejercicio". (EMOL)