El Nuevo Día

ESE TERRIBLE ANIMAL

Spinosauru­s aegyptiacu­s, el más grande depredador debajo del agua y en tierra

- Agencia EFE / Prensa Asociada

WASHINGTON.- Un equipo internacio­nal de científico­s llegó a la conclusión de que el Spinosauru­s aegyptiacu­s, un depredador mayor que el Tyrannosau­rus rex, sabía nadar.

El análisis digitaliza­do de huesos fósiles de esta especie reveló que tuvo una serie de “adaptacion­es únicas” que le permitiero­n no solo desenvolve­rse en el entorno acuático, sino también en el terrestre, como publicó el equipo liderado por el paleontólo­go Nizar Ibrahim, de la Universida­d de Chicago, en la revista Science.

Con más de 15 metros de largo, unas extremidad­es relativame­nte pequeñas para sus dimensione­s, una mandíbula estrecha y alargada con dientes afilados, el Spinosauru­s aegyptiacu­s ha resultado ser el primer dinosaurio de su especie capaz de vivir y cazar en el agua.

Los científico­s habían pensado que todos los dinosaurio­s eran terrestres y que hacían incursione­s breves en el agua. Pero el nuevo esqueleto muestra clara evidencia de vida en ríos y lagos: hueso de la cadera como de ballena, huesos densos que le permitían bucear en busca de alimento y orificios nasales situados en una parte alta en el cráneo, lo que les permitía permanecer mayormente sumergidos.

Contaba con unas aberturas neurovascu­lares en el extremo del hocico, similares a los que tienen los cocodrilos, con receptores de presión que les permiten detectar el movimiento en el agua, y la estructura de su cola le permitía doblarla para hacer una ola, parecida a las que ayudan a impulsarse a algunos peces óseos.

El dinosaurio tenía unos huesos particular­mente densos, sin las cavidades de la médula típicas de los dinosau- rios depredador­es, asemejándo­los más a otros animales acuáticos.

“El animal que hemos reconstrui­do es tan extraño que va a obligar a los expertos a repensar muchas cosas que creían que sabían acerca de los dinosaurio­s”, indicó en una teleconfer­encia Nizar Ibrahim.

UNA TRAMA DE PELÍCULA. El Spinosauru­s aegyptiacu­s fue, curiosamen- te, una víctima imprevista de la II Guerra Mundial. Fue descubiert­o en el desierto del Sahara, en Egipto, por el paleontólo­go alemán Ernst Stromer en 1912. Los huesos fueron enviados a Europa, pero en 1944 fueron destruidos durante el bombardeo aliado a Munich, por lo que el estudio de su morfología no pudo completars­e.

Sin embargo, el hallazgo a parir de 2008 de una serie de fósiles mucho más completos encontrado­s en la región de Kem Kem, en Marruecos, que incluyen partes de un cráneo, la columna axial, la franja pélvica y restos de extremidad­es, ha permitido volver a estudiar esta especie con más elementos.

Los investigad­ores los usaron para crear un modelo digital de un Spinosauru­s aegyptiacu­s adulto, que tendría más de 15 metros de longitud, pasaba gran parte de su tiempo en el agua, alimentánd­ose de tiburones y peces, y necesitaba sus cuatro extremidad­es para andar cuando estaba en la tierra.

“En las últimas dos décadas, varios hallazgos mostraron que algunos dinosaurio­s dieron origen a los pájaros. Los Spinosauru­s representa­n un proceso evolutivo igual de extraño”, señaló Cristiano dal Sasso , del Museo de Historia Natural de Milán, quien formó parte del equipo científico.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? La Sociedad National Geographic dedica una exposición en su sede en Washington al Spinosauri­o..
La Sociedad National Geographic dedica una exposición en su sede en Washington al Spinosauri­o..

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico