Tenaza occidental a Rusia
Endurecimiento de sanciones a Moscú con énfasis especial en el sector bancario
WASHINGTON - El gobierno estadounidense anunció ayer la imposición de nuevas sanciones a Rusia, con especial énfasis en el sector financiero, de defensa y energética, y advirtió que los costes pueden seguir creciendo si Moscú “continúa violando la ley internacional”.
En esta nueva ronda, el Departamento del Tesoro apuntó por vez primera al principal banco ruso, Sberbank, y sancionó a cinco empresas estatales de defensa, como el conglomerado Rostec.
En la lista de entidades sancionadas figuran varios fabricantes de munición, armas y misiles antiaéreos, para las que quedan congelados los activos que puedan tener bajo jurisdicción de Estados Unidos.
Asimismo, también incrementó sus restricciones a las compañías energéticas Gazprom, Gazprom Neft, Lukoil, Surgutneftegas y Rosneft, por las que se prohíben las exportaciones de materiales y equipamiento destinado a la exploración petrolífera en aguas profundas y “gas de pizarra”.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, subrayó en un comunicado que “el aislamiento económico y diplomático de Rusia continuará creciendo si sus acciones no cumplen con sus palabras”.
Por ello, Lew remarcó que los efectos de estas medidas, en coordinación con las aplicadas por los socios de la Unión Europea, ya han tenido significativas consecuencias.
“La economía rusa está ya pagando un alto precio por su comportamiento ilegal. El crecimiento ha caído cerca de cero, la inflación está muy por encima de la meta, y los mercados financieros rusos continúan su deterioro”, indicó el secretario del Tesoro.
En este sentido, la decisión referente al Sberbank supone un paso al frente, ya que controla un cuarto de los activos bancarios en Rusia, y supone limitar el acceso a la financiación de esta entidad en dólares estadounidenses, lo que incrementará significativamente sus costes.
Igualmente, Washington incluyó en su lista de instituciones sancionadas a Gazprom y Lukoil, la primera y segunda compañías energéticas rusas.
Pese al contundente lenguaje de Washington, y al igual que la Unión Europea, el Departamento del Tesoro recalcó que estas “sanciones podrían ser retiradas”, por lo que instó a Rusia a trabajar con Ucrania y otros socios internacionales a encontrar “un acuerdo duradero” para finalizar el conflicto ucraniano.
El gobierno hizo referencia al protocolo de alto el fuego firmado en Minsk el pasado 5 de septiembre, suscrito por las autoridades ucranianas y los separatistas prorrusos, y que in- cluye entre otros puntos una ley de estatus especial para las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, es-
“La economía rusa está ya pagando un alto precio por su comportamiento ilegal” JACK LEW Secretario del Tesoro de Estados Unidos
cenario de una sublevación armada contra el Gobierno de Ucrania desde abril pasado.
Aunque estas sanciones “no interfieren” con el actual suministro de energía ni en las ventas, explicó un alto funcionario del Tesoro en una conferencia telefónica, “dificultan a Rusia el desarrollo de proyectos a largo plazo y con desafíos tecnológicos”.
El presidente Barack Obama adelantó el jueves en una nota que estas medidas estaban diseñadas para afectar “áreas de especial importancia para el presidente ruso, Vladimir Putin, y aquéllos cerca de él”.
El anuncio hecho por el gobierno de Washington coincide con sanciones similares adoptadas ayer por la Unión Europea, que por primera vez afectarán al sector petrolero, y que Bruselas dijo serán revisadas antes de finales de mes para decidir si es necesario anularlas o modificarlas en función de la evolución del alto el fue- go y el plan de paz.
En particular, la Unión Europea busca limitar la financiación a tres empresas petroleras: Rosneft, Transneft y Gazprom Neft, y a tres sociedades del sector de la defensa; United Aircraft Corporation, Oboronprom y Uralvagonzavod.
Mientras tanto, Ucrania y la Unión Europea avanzaron ayer en su asociación comercial al poner fecha a la entrada en vigor del acuerdo, el 1 de noviembre, aunque sofocaron la amenaza de una guerra comercial con Rusia al aplazar su aplicación hasta 2016.
“No habrá ninguna excepción o ninguna modificación en el texto que yo firmé el 27 de junio en Bruselas”, dijo el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.
Poroshenko se refería a las modificaciones exigidas por Moscú, quien considera que el Acuerdo de Asociación y la correspondiente creación de una zona de libre comercio entre Ucrania y los veintiocho socios europeos perjudicarán sensiblemente sus intereses.