¿Y el pueblo cubano? Bien, gracias
Andrés Candelario Con acento propio
Ya está en operaciones el Megapuerto del Mariel. Se trata de una de las estructuras portuarias más modernas y mejor equipadas de la región. Inaugurada el pasado mes de enero a un costo de $957 millones, $802 aportados por un crédito de Brasil ante la presencia eufórica de la presidenta Dilma Rousseff y del presidente dictador Raúl Castro.
La llamada Zona Especial de Desarrollo del Mariel está situada a unos 50 kilómetros al este de la capital habanera. De momento, abarca unos 45 kilómetros cuadrados, pero hay planes de extenderla a 400 kilómetros cuadrados.
Para asombro de conocedores de estas operaciones portuarias, cuatro enormes grúas descargaron en sólo tres horas el primer cargamento que llegó a ese megapuerto. Eran 500 contenedores de mercancía que trajo el barco mercante “M.K.Breeze”. Irónicamente, el buque que inauguró el famoso megapuerto cubano, venía lleno de los pollos congelados que consumen los cubanos procedentes del “imperio”.
Sabemos que pese al famoso embargo, Estados Unidos autoriza desde el año 2000 la venta a Cuba de alimentos y medicinas. Suena sarcástico, pero Norteamérica está entre los cinco principales socios comerciales de Cuba y es, además, el primer suministrador de productos agrícolas con el 96% del arroz y el 70% de productos de carne avícola, además de trigo, maíz, soya y sus derivados.
“De pronto, nos parece ver Cuba, de nuevo, como una bisagra rusa de cara a Latinoamérica… ¿en otra especie de Guerra Fría?”
Asomémosnos brevemente a una serie de acontecimientos que han estado ocurriendo en la región a raíz de la inauguración del mencionado Megapuerto del Mariel. De la noche a la mañana, después de más de 20 años del desplome de la Unión Soviética, el parlamento de la nación que diseñó y dirigió aquel sueño aterrador de dominio mundial, anunció la decisión de condonar el 90% de la deuda de su antigua colonia caribeña que ascendía a $35,000 millones.
Pero no todos son intereses puramente económicos en estas nuevas relaciones entre Rusia y Cuba y, de paso, con aquellas naciones de la región abiertamente antinorteamericanas. Al condonar la deuda de Cuba, el presidente Vladimir Putin está también dando un mensaje político, tanto a Estados Unidos como a la Unión Europea que han tratado de aislar a Rusia por su anexión de la península de Crimea y su abierta intención de controlar a Ucrania de alguna manera. De pronto, nos parece ver Cuba, de nuevo, como una bisagra rusa de cara a Latinoamérica… ¿en otra especie de Guerra Fría?
Después de visitar La Habana, donde el gobernante ruso firmó una serie de acuerdos de cooperación bilateral en energía y otras áreas, Castro informó a los reporteros que uno de esos acuerdos fue la creación de un eje de transporte inter- nacional que incluiría el Megapuerto del Mariel y la construcción de un moderno aeropuerto comercial en San Antonio de los Baños.
Y China ¿qué hace por acá? El presidente chino Xi Jinping, también hizo una visita de dos días a La Habana a finales de julio. Allí firmó 29 acuerdos bilaterales en una gira centrada fundamentalmente en la economía más que en la ideología. Los acuerdos firmados fueron, desde un crédito para modernizar el puerto de Santiago de Cuba hasta el desarrollo de campos de golf en la isla, pasando por la postergación por 10 años del pago de una deuda cubana cuyo monto no ha sido revelado.
Por otro lado, todas esas relaciones económicas facilitan a China reforzar los lazos que le permiten tener allí una base de espionaje contra Estados Unidos. Cuba fue una última escala de una gira latinoamericana que incluyó a Brasil, Argentina y Venezuela.
Por si todo esto no fuera suficiente, el pasado 10 de febrero, el Consejo Europeo de Asuntos Exteriores acordó abrir un diálogo político y negociar un acuerdo de cooperación con Cuba, lo cual significará la revisión de las actuales relaciones, incluyendo el fin de la “posición común” que desde 1996 exige a la dictadura castrista avances democráticos y respeto a los derechos humanos.
No olvidemos que la Unión Europea es el primer inversor en la isla y su segundo socio comercial después de Venezuela.
Esa nación caribeña, que está hoy en el centro de planes estratégicos a nivel internacional, que es objeto de inversiones multimillonarias de poderosas naciones continentales y extracontinentales ¿seguirá siendo un objeto de manipulación geopolítica ante los ojos cerrados del llamado mundo libre?
Hace más de medio siglo que el pueblo cubano ha sido secuestrado por una oligarquía personalista que se ha perpetuado en el poder a través de la violencia y el miedo. Hoy, asediada por el fracaso económico y la biología, se aferra como náufrago a los intereses crematísticos y geopolíticos de naciones poderosas, ayer cómplices ideológicos, hoy modelos del capitalismo de estado más atroz, en busca otra vez de los viejos dominios.
¿Y el pueblo cubano? Bien, gracias.