preguntas al médico
Padezco de dolores de espalda frecuentes. Algunas veces me tengo que quedar acostada y no puedo bregar en la casa. Ya no sé qué más tomar. ¿Qué me recomienda?
Los problemas de la espalda o condiciones músculo esqueléticos de la espalda son condiciones muy frecuentes. Se dice que más de un 80% de las personas padecen o han padecido de dolores de espalda en algún momento.
Movimientos bruscos repetitivos, sobrepeso, malas posturas al caminar, sentarnos y hasta al dormir pueden causar dolor de espalda. Según aumentamos en edad los cambios degenerativos de las vértebras y discos pueden causar dolores frecuentes.
En la inmensa mayoría de los casos con descanso de 24 o 48 horas, algún analgésico, antiinflamatorios o relajante muscular es suficiente para aliviarnos el dolor. Y en más de 90% de los casos, un examen físico rutinario es suficiente para hacer el diagnóstico. Pero los estudios radiológicos, tomografías o resonancia magnética están de más.
Sin embargo hay veces que hay hallazgos que nos deben alertar a hacer estudios diagnósticos.
Por ejemplo, dolor que dure más de tres meses y que este sea constante o repetitivo, dolores que ocurren también en cuello y brazos, calambres o adormecimiento en una pierna o un brazo, síntomas constitucionales como pérdida de peso, anemia, cansancio generalizado, problemas para orinar o evacuar, o por el contrario, diarreas asociadas con sangramiento gastrointestinal.
Si ocurren al menos tres de estos síntomas, junto con el dolor de espalda debe alertarnos para visitar al médico y hacernos estudios radiográficos o del sistema nervioso central ya que pueden ser síntomas de enfermedades sistémicas y hasta cáncer.
Cuando hay dolores de espalda esporádicos es importante determinar qué actividad o movimiento estamos haciendo que nos está activando el dolor.
Frecuentemente comenzamos a hacer ejercicio sin estar físicamente apto o con poco calentamiento de nuestras extremidades y espalda.
Es importante dejar de hacer esta actividad hasta que nos mejoremos y luego comenzar más “poco a poco”.
El sobrepeso es un factor muy importante ya que cuando aumentamos el diámetro de la cintura tendemos a caminar más doblados hacia atrás, poniendo más peso en la espalda (algo que ocurre frecuentemente en mujeres embarazadas).
Los medicamentos antiinflamatorios nos ayudan a aliviar el dolor y la inflamación. Mientras que el hielo sirve de analgésico para el dolor pero estos dos remedios no deben usarse constantemente ya que pueden traer otros problemas.
Los relajantes musculares generalmente dan sueño y deben usarse con cuidado si estamos guiando o haciendo alguna actividad que requiera estar alerta o si no, usarlos solo por la noche al acostarse.
Al descansar debemos hacerlo en una superficie firme y boca arriba o tres cuartas partes del cuerpo sobre la cama, nada de dormir boca abajo.
El fisiatra y el quiropráctico son los expertos en las condiciones de espalda a los cuales podemos acudir para una evaluación.