Cultivando armonía
Mi Viña Bio, un estilo de lujo rústico y sin mayordomos en el cual el glamour radica en el contacto con lo agreste
AUNQUE SE HALLA en Mendoza, San Rafael está tan al sur de esta provincia que conviene encomendarse al Arcángel para llegar con certeza a algunos de sus puntos más remotos. En uno se encuentra Finca Dinamia, donde al final del camino aprende a cultivarse el sentido de la vida y a la vid, con sentido.
Como los atributos sanadores asignados al Arcángel San Rafael, en la bodega argentina Finca Dinamia se cura al terruño y las viñas con mimos variopintos para que de ellas surjan vinos puros, auténticos y que toquen el alma. Es ése el espíritu que guía la filosofía biodinámica que inspira a la bodega, y una de las tendencias más en boga en vitivinicultura.
La biodinámica no es fin, sino método. Una dinamización del mundo vivo resintonizando las energías del universo, lo que se logra creando sinergías entre diversas sustancias naturales y un mejor manejo del entorno. La agricultura biodinámica lleva la agricultura orgánica, de mínima intervención, un paso adelante, intentando recuperar la relación entre la planta y el cosmos que la nutre, reorganizando las ondas energéticas para lograr vinos con mayor calidad, personalidad, más saludables y un gusto más puro.
Fue esta visión holísitica del vino la que un día enganchó a Alejandro Bianchi, descendiente de la dinastía bodeguera de Valentín Bianchi, quien luego de mucho tiempo vinculado a la bodega familiar en Mendoza, se decantó por la biodinámica como pilar para su propio proyecto de malbec orgánico y biodinámico argentino.
En Dinamia todo se mueve a otro ritmo. Tranquilidad, silencio y sensibilidad son los trazos de este proyecto que Bianchi vive con hipnotizante pasión y en el que lo mismo analiza la posición de los astros para conocer los días más propicios para cada tarea en viña y bodega, que prepara las compostas para nutrir la tierra de energía viva, o explica los secretos de las hierbas y preparados que ayudarán a sincronizar la energía del cosmos con la ayuda de cuernos de vaca. Técnicas que mantienen la fertilidad, la biodiversidad y el equilibrio del suelo, protegiendo los recursos naturales y la salud de los consumidores.
Para compartir esa pasión y el espíritu de máximo respeto y cuidado hacia la tierra y sus frutos en este proyecto de vinos entre cielo y tierra, nació Mi Viña Bio, primera membresía de viñas biodinámicas y una especie de "timeshare" enófilo que brinda a los socios la propiedad de hileras de viña y la oportunidad algunos días al año de participar en los trabajos que se realizan para cuidar esas cepas viejas de malbec y crear sus dos etiquetas, Buenalma Malbec y Buenalma Malbec Rosé. Un estilo de lujo diverso, rústico y sin mayordomos, en que el glamour radica en la exclusividad, la privacidad, el contacto con lo agreste, el aprendizaje de una nueva dimensión de aprecio del vino y la oportunidad de esforzarse viviendo una experiencia restringida a los dispuestos a desconectarse casi en medio de la nada, para conectarse con la naturaleza y el universo.
La duración de la membresía, tres años renovables ó 25, permite acceder a cuatro o a siete días anuales de alojamiento al socio y a un determinado número de acompañantes, así como seguir "online" diariamente a través de "webcams" los trabajos realizados en sus cepas y a obtener botellas correspondientes a la producción de su hilera. Los vinos se embotellan y se empacan con etiquetas personalizadas y el ser-
vicio de entrega puede realizarse en el extranjero siempre que haya varias membresías en el destino.
En viña se realizan infinidad de trabajos dependiendo del momento del ciclo vegetativo y el calendario biodinamico, y van desde un desbrote, la preparación y aplicación de dinamizaciones biodinámicas, hasta la vendimia, entre otros.
Parte del complejo de Finca Dinamia es el wine Lodge ecológico Finca La Encantada, una casona antigua con una laguna, árboles centenarios, todas las comodidades y la posibilidad de disfrutar de otras actividades, como cosechar en la propia huerta orgánica que le surte de frutos y verduras. En Finca Dinamia hay también una casita solitaria en medio de la viña desde donde admirar sin distracciones cómo se esconde la luna o cómo se pone el sol. El proyecto va dirigido a todo tipo de público ya que uno de sus objetivos es crear conciencia sobre los beneficios de este tipo de prácticas.