¿Qué es un fisiatra?
El fisiatra es un médico especializado en medicina física y rehabilitación que primordialmente trata condiciones de huesos, músculos, articulaciones y del sistema nervioso central o periférico que afecten la capacidad de una persona para funcionar.
Para convertirse en un fisiatra, la persona tiene que completar un grado en medicina y hacer cuatro años en un programa de residencia en MF&R. En Puerto Rico hay dos programas de entrenamiento uno en el Hospital Universitario en Centro Médico y otro en el Hospital de Veteranos. Hay fisiatras que desean subespecializarse y existen subespecialidades dentro de la fisiatría como: rehabilitación pediátrica, lesión del cordón espinal, traumatismo cranecefálico, medicina deportiva, medicina neuromuscular, y manejo del dolor.
¿QUÉ CONDICIONES TRATAMOS?
Los fisiatras tratamos condiciones como: dolor de cuello, hombros, espalda o rodillas, nervios pillados, artritis, tendinitis, pacientes con lesión de cordón espinal, lesiones cerebrales y posoperaciones de reemplazo, entre muchas otras. Hay condiciones cuyo tratamiento y manejo en rehabilitación es más prolongado, como, por ejemplo, la distrofia muscular, la esclerosis múltiple, lesiones del cordón espinal y la misma fibromialgia. Lo más importante es llevar al paciente a que logre una función lo más cerca o igual a lo que hacía antes de la lesión. Para aquellos que no puedan, debido a su condición, nuestra meta es llevarlos a un nivel óptimo de función para tener una buena calidad de vida. La rehabilitación la logramos a través de estudios diagnósticos (EMG), del uso de medicamentos, aplicación de modalidades terapéuticas, ejercicios, modificación en actividades físicas, equipos asistidos (por ejemplo: bastones o andadores) o con la prescripción de ortesis y próstesis. Trabajamos en conjunto y en estrecha colaboración con los terapistas físicos, terapistas ocupacionales, terapistas del habla, terapeutas atléticos y otras especialidades médicas.
¿QUÉ OTRA PREPARACIÓN TIENEN LOS FISIATRAS?
Los fisiatras pueden hacer estudios electro-diagnósticos, el famoso “estudio de las agujas” y las corrientes, que son utilizados para proveer información funcional del sistema nervioso para llegar a un diagnóstico y el tratamiento de una condición neuromuscular. La queja más frecuente de los pacientes que se hacen un estudio es adormecimiento o dolor en las extremidades. Dentro de los estudios electro-diagnósticos los más comunes son el estudio de conducción nerviosa o NCV, por sus siglas en inglés; y el electromiograma o EMG, por sus siglas en inglés. El estudio de conducción es con una estimulación eléctrica, una corriente controlada, que estimula el nervio y emite un potencial que, basado en sus características, podemos interpretar como normal o anormal. Este estudio detecta: un nervio pillado en la muñeca o una neuropatía diabética, por ejemplo. El estudio de electromiograma es con una aguja, por lo general bien finita, que se inserta en varios músculos para detectar la presencia de anormalidades en el suplido de nervios en las fibras musculares. Con este estudio, podemos diagnosticar una radiculopatía (nervio pillado en la espina) o una distrofia muscular. Es importante que sepan que el estudio en manos de un profesional debe solamente causar una incomodidad. El segundo punto a recalcar es que estos son estudios diagnósticos muy sensitivos a cambios en el ambiente por lo que es importante que se lo hagan en una oficina médica u hospital con un profesional debidamente certificado que, en el caso de Puerto Rico, la mayoría somos los fisiatras y los neurólogos.
Ya que hablamos de los estudios y el adormecimiento, una queja
muy frecuente es el adormecimiento de las piernas. ¿Qué lo puede causar?
Este puede ocurrir luego de presión prolongada sobre un nervio, como el sentarse con las piernas cruzadas o en el borde de un muro, o correr bicicleta por tiempo prolongado. Puede ocurrir por condiciones degenerativas en las vértebras, discos herniados, un infarto cerebral, una embolia, un tumor en la espina o en otras enfermedades como la esclerosis múltiple. Si el adormecimiento ocurre en una extremidad o en dos nos ayuda al diagnóstico ya que, por ejemplo, adormecimiento en una pierna podría deberse más a una ciática y adormecimiento en ambas piernas más a una neuropatía. Ya que en algunos casos el adormecimiento puede ser un signo de una condición de salud crítica, no buscar una evaluación y tratamiento médico a tiempo puede llevar a complicaciones serias y daño permanente. Es importante que si usted o algún familiar experimentan algún adormecimiento persistente u otros síntomas inusuales, tienen que contactar a su médico para una cita o visitar su centro de salud más cercano.
Nuestra función como fisiatras no es tan solo rehabilitar sino educar para evitar complicaciones que lleven a una discapacidad física.