ESTUDIOS ELECTRODIAGNÓSTICOS EN FISIATRÍA: LO QUE DEBE SABER
El médico fisiatra realiza el estudio con la intención de evaluar patologías de nervios (neuropatías), de músculos (miopatías) y también en las de la unión neuromuscular.
Los estudios electrodiagnósticos también son conocidos como estudios de conducción de nervios (NCS, por sus siglas en inglés), y electromiografía de aguja (EMG, por sus siglas en inglés); y cuando indicados, se realizan como una extensión del examen físico.
El médico fisiatra realiza el estudio con la intención de evaluar patologías de nervios (neuropatías), de músculos (miopatías) y también en las de la unión neuromuscular. Esas enfermedades se manifiestan usualmente con dolor, adormecimiento, calambres, pérdida de fuerza, fatiga, debilidad y sensación anormal, como hormigueo o adormecimiento. Ambos estudios son complementarios.
En la NCS se evalúa la repuesta eléctrica del nervio y del músculo, ya que ambos trabajan dependiente uno del otro. El estímulo eléctrico produce una pequeña descarga eléctrica que se siente por el paciente, aunque la misma es una milésima parte de la cantidad que usa una bombilla eléctrica, por lo tanto no le hace daño; solamente le causará un pequeño susto.
De esa forma, el fisiatra determina si el impulso del nervio se conduce de forma normal, lento, o sencillamente no está transmitiendo nada. El fisiatra puede estudiar el nervio en todo su trayecto y ver si está enfermo y atrapado o pillado. También el estudio permite determinar el nivel de la enfermedad.
En la EMG, mejor conocida como "el examen de las agujas", se analiza la actividad eléctrica en los músculos. El fisiatra puede determinar si el músculo está bien al descanso y durante su actividad (contracción muscular). Es posible que el paciente sienta un poco de molestia, pero es temporera. Se recomienda estar muy relajado para que la incomodidad sea menor.
El tercer tipo de estudios es el de los potenciales evocados (SSEP, por sus siglas en inglés). Este evalúa si los impulsos de los nervios sensoriales están conduciendo bien a través de los nervios, del cordón espinal y del cerebro.
El paciente debe saber que no se requiere ningún tipo de preparación antes del estudio. Sí se recomienda tener la piel limpia, libre de lociones, cremas o aceites. Antes del estudio, el paciente debe informar si está tomando medicamentos como anticoagulantes, si padece de enfermedades como hemofilia o si tiene marcapasos.
Se puede considerar administrar antibióticos a aquellos que tienen una enfermedad cardiaca. No debe tener miedo de contraer enfermedades infecciosas, ya que el médico sigue “precauciones universales” con sus pacientes y, además, usa una aguja nueva y desechable para cada paciente.
No hay restricción en cuanto a actividades antes o después del examen. Si el paciente tiene mucho dolor, se toma su me- dicina adecuada antes del estudio. Aunque no hay ningún efecto secundario permanente, es posible que luego del estudio el paciente pueda observar áreas con pequeños hematomas, y reacciones alérgicas en la piel provocadas por el gel o el teflón que recubre la aguja; estos resuelven sin mayor consecuencia.
El paciente debe conocer que el fisiatra recibe un entrenamiento especial para realizar estos estudios durante su entrenamiento. Por lo tanto, al buscar realizarse estos estudios, es recomendado que busque un especialista en el campo.
Estos estudios constituyen una herramienta muy útil que complementan la evaluación clínica al ayudar a confirmar una impresión diagnóstica en las enfermedades de nervios y músculos en niños y en adultos, permitiendo ver la evolución de una enfermedad, la efectividad de un tratamiento y determinar una prognosis.