De moda los "tours" por la cocina
Los viajeros de crucero sienten fascinación por los temas de gastronomía.
No solo en lo relacionado a los ofrecimientos de comida, sino también en cómo se preparan y cuál es la dinámica en las cocinas.
Para conocer sobre el tema nada mejor que un galley tour o
tour por la cocina. Muchos viajeros desconocen que en casi todos los barcos se ofrecen hasta gratis. Estos, sin costo, son bastante básicos pero dan una excelente idea de lo que hace en el galley -como le dicen a la cocina- algunos procedimientos utilizados para agilizar el proceso de servir los miles de pla- tillos diarios y, sobre todo, te permiten un vistazo de la cocina principal (algunos barcos tienen más de una). Mientras más sofisticado el tour, más cuesta y algunos incluyen hasta encuentro con el chef, demostraciones de cocina o degustaciones, todos con costo adicional.
El encargado del tour puede ser el maître d' , alguien del área de comida y bebida o, incluso, uno de los chefs. Te explicarán el proceso de desinfección de las vajillas y vasos, uno de los elementos más importantes para asegurar la higiene en la cocina; te pasarán cerca de las gigantescas neveras donde guardan los alimentos y te mostrarán en plena acción cómo es el trabajo de los cocineros; una tarea que dependiendo del barco se hace casi las 24 horas.
Por lo regular si hay una sola cocina, las dividen en áreas, incluyendo una de sopa, de vegetales y frutas, de pastelería y postres, de panadería (siempre bien ocupada) así como de carnes y cortes fríos, entre otras. Además hay un área solo para el
room service que trabaja turnos corridos y estaciones especiales para el café, casi siempre cerca del acceso al comedor.
Los encargados de servir la comida reciben las órdenes a través de pantallas, similar a los restaurantes, y están tan bien sincronizados que parecen hormiguitas trabajando.
Para saber el menú del viaje, siempre cuentan con un chart donde están identificados desde los aperitivos hasta los platos del bufé, sin ningún tipo de margen para la improvisación, pues saben hasta lo que servirán en un caso de emergencia.
En los tours no se permite compartir con los empleados que están en plena producción, pero sí tomar fotos y hacer preguntas a los encargados del recorrido. Algunos barcos de lujo tienen más de una cocina y separan las de los restaurantes de especialidad. En el caso de los barcos de río, la cocina es bastante pequeña pero funciona muy bien tomando en cuenta que la capacidad máxima de estos barcos es de unos 150 pasajeros.
Usualmente, toda la operación de la cocina es supervisada por el chef ejecutivo y en promedio, en un barco de 2,000 pasajeros, con tripulación entre 800 a 900 personas, 150 de ellos es personal de cocina. Eso sí, para participar en los
tours debes estar pendiente al programa diario de actividades que ponen en tu cabina y ver qué día lo ofrecerán. Son muy populares así que verifica si tienes que registrarte con anticipación. Por último, siempre sé puntual en el lugar acordado.