Xiomara Molero, figura del voleibol
La ex jugadora de la selección de voleibol no olvida el triunfo sobre la tierra de sus padres
El sábado, 31 de agosto del 2002. Dresden, Alemania. Xiomara Molero jamás olvidará esa fecha y ese lugar.
Ese día en la historia el voleibol puertorriqueño, la acomodadora de ascendencia dominicana y la Selección Nacional de Puerto Rico sorprendieron a la selección de República Dominicana en el juego por la clasificación a la segunda ronda del Mundial 2002.
Dominicana enmudeció y Puerto Rico celebró (hoy día la historia es al revés).
“Es la mejor fecha que haya podido vivir. Individualmente fue una fecha súper importante”, dijo Molero.
Nada de la celebración tuvo que ver por animosidad contra la tierra de sus padres y hermanos, sin embargo. Toda la celebración fue puramente competitiva porque por fin Puerto Rico le pudo ganar a Dominicana y lo logró en un juego importante.
La hija de los dominicanos Andrea Jiménez y don Ramón Molero, y hermana de los dominicanos Ramón, Maritza y Mayra, nacida en Puerto Rico en el 1971, tras la inmigración de la familia Molero-Jiménez, nunca tuvo un problema de identidad nacional que le afectara a la hora de representar a Puerto Rico o a Dominicana.
“Nunca sentí nada cuando jugaba contra Dominicana porque nunca jugué para ellos. Además, mis padres iban a mí contra ellos”, dijo.
También recuerda que desde ese día en adelante se comenzó a mencionar con más insistencia su ascendencia dominicana en el ámbito deportivo. Pero nuevamente, Molero recordó que siempre estuvo segura de su identidad nacional.
Tampoco tuvieron esos problemas para representar a Puerto Rico atletas que, contrario a Molero, sí nacieron en República Dominicana, como el vallista Domingo Cordero y el luchador Jaime Espinal, ambos medallistas por Puerto Rico en competencias regionales e internacionales. Tanto Cordero como Espinal y otros casos más, se desarrollaron deportivamente en Puerto Rico.
Molero es del pensar que la raíz o la nacionalidad dominicana no se convierte en un asunto hasta tanto la persona en cuestión logre algo importante. Mientras tanto, agregó Molero, la raíz y la nacionalidad son invisibles.
La propia Molero dijo que ella nunca mencionó su ascendencia mientras crecía, así como que tampoco le preguntaron por ésta mientras se desarrollaba en el voleibol boricua. Explicó que nunca tuvo necesidad de hablarla porque era puertorriqueña. Personal y administrativamente no había ‘issue’ con su nacionalidad.
“Nunca tuve eso de la doble ciudadanía”, dijo.
Molero agregó que hoy día deben haber decenas de casos en el deporte puertorriqueño como el de ella debido a la cantidad de hijos de dominicanos residiendo en Puerto Rico. No sabría mencionar cuántos casos hay en el voleibol en particular porque, nuevamente, el atleta de ascendencia dominicana no toca el tema porque éste no es necesario.
Molero prefiere pensar que la presión social hacia los inmigrantes no es la razón por la cual un atleta dominicano en Puerto Rico pase por alto su nación. Pero tampoco duda que sea esa la razón en algunos casos.
“Sí influye bastante cuando dices que eres de otro país. Yo no tuve ese problema. No puedo contarlo porque no ha sido mi caso”.