El Nuevo Día

BLANCA Y JACOBO

- Mario Alegre Barrios Periodista

De todas las historias de amor que conozco, pocas me conmueven tanto como la de Jacobo Morales y Blanca Eró, no sólo por lo longeva que es, sino también por la incandesce­ncia, por la hondura, por la inmensidad del sentimient­o que mutuamente se profesan.

En el punto con el que termina el párrafo anterior podría finalizar también el enunciado de una verdad que es de dominio público, de una realidad que ambos viven perpetuame­nte desde lo detalles más pequeños con la misma inmensa ternura que con el tiempo se ha hecho -paradójica­mente- aun más atemporal.

Podría finalizar, pero no. No, porque inspira, porque conmueve, porque declara con cada gesto, con cada palabra, que es verdad que hay amores que duran para siempre, que son para toda la vida.

Como si no se hubiese convertido hace apenas un mes en octogenari­o, a Jacobo le brilla la mirada mientras camina en la penumbra del escenario del Teatro de la Universida­d de Puerto Rico. Está a punto de iniciar el ensayo general de “Muchas gracias por las flores”, obra con la que debutó como dramaturgo hace cuatro décadas y cuya reposición fue uno de los regalos que se hizo la semana pasada para celebrar los 80.

Conversamo­s. “Si pudiera volver a vivir, viviría exactament­e lo mismo que he vivido durante estos ochenta años, no sólo lo bueno, lo feliz, las alegrías, sino también los sinsabores, las tristezas”, me dice con su singular elocuencia.

Hace un breve silencio y agrega: “Claro, siempre y cuando sea con Blanca. Imagínate, nos conocemos desde que éramos unos adolescent­es y hemos estado toda la vida juntos, muy enamorados. No querría vivir otra vida si no fuese con ella”.

No hay fórmula -dice- o quizá sí: vivir para la vida, asevera. Así de sencillo, así de complicado.

De todas las historias de amor que conozco, pocas son tan hermosas, tan reales, tan entrañable­s como la de Blanca y Jacobo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico