Asombro total en la isla
La población cubana no sabía nada de las negociaciones que se mantenían Para muchos cubanos el acercamiento diplomático con Washington era lógico
LAHABANA - Los cubanos reaccionaron ayer con alegría, esperanza y emoción a la noticia de que su gobierno y el de Estados Unidos han puesto en marcha la normalización de relaciones tras cinco décadas congeladas, lo que abre un nuevo futuro para los habitantes de la isla.
En una La Habana muy tranquila, sin manifestaciones públicas que desvelen el día histórico que ayer vivió Cuba, las personas entrevistadas dijeron a EFE que recibieron la noticia en plena calle y, no por esperada, dejó de ser una sorpresa.
“Siempre tuve la esperanza, no le veía lógica, hay muchos cubanos que viven allá y creo que va a ser bueno para ambos países. Está bueno ya de tanta hipocresía y tanta guerra, hay que unirse y tirar para delante, buscar el desarrollo y la prosperidad”, afirmó Jesús Dalmau, de 36 años.
Roberto, un diseñador de 41 años, dijo que caminaba por el centro histórico de la urbe cuando se enteró de lo que sucedía porque había gente en la calle y gritaban. “Que todo salga bien y que haya paz”, fueron sus deseos, aunque, aún escéptico, no quiso opinar sobre si la decisión de La Habana y Washington de restablecer sus relaciones diplomáticas, interrumpidas en 1961, traerá algún cambio a su vida.
En Cuba, los medios nacionales interrumpieron en varias ocasiones sus transmisiones para anunciar que el presidente cubano, Raúl Castro, realizaría una alocución en cadena en horas del mediodía sobre “importantes temas de las relaciones con Estados Unidos”, pero sin precisar más detalles.
En el lapso de tiempo que duró entre ese anuncio y las palabras de Castro, la prensa cubana no adelantó más in- formación del porqué de la comparecencia del presidente, mientras que fuera de la isla sí se avanzaban detalles del hasta ayer desconocido proceso de acercamiento que llevaron ambos países en los últimos meses.
“Estábamos en una clase y pararon para ver la alocución. Ya antes amigos del otro lado (exterior del país) me habían llamado para decirme que se habían restablecido relaciones, lo dije a mis compañeros pero no me creyeron”, relató Pablo, un estudiante de 22 años del Instituto Superior de Arte. Fue así que la mayoría de los cubanos asistieron expectantes a las palabras de Castro.
La noticia de la liberación de los agentes, cuyo caso ha movilizado a la sociedad cubana en los últimos años, causó emoción y lágrimas. “Yo estaba en una consulta médica cuando nos dijeron que podíamos, si queríamos, pasar al teatro del hospital para ver a Raúl. Hay gente que lloró cuando su- po lo de los héroes, todos muy contentos, erizados”, dijo Elsa Barrios, de 52 años.
“Aunque aparentemente la gente estaba un poco indiferente y apática, vi que se reunieron en torno a un televisor, y todo el mundo cuando Raúl dijo la noticia, empezó a aplaudir, poco faltó para abrazaros”, apuntó Conchita, una jubilada de 69 años, que vio el discurso en una entidad estatal.
Para otros cubanos la sorpresa no fue tan mayúscula, pues confiaban en que este nuevo camino entre Cuba y Estados Unidos “en algún momento tenía que ser”.
“Sabemos que igual que evoluciona la tecnología y la ciencia, los políticos también tienen que evolucionar, ellos no son diferentes”, sostuvo Chachito, de 68 años y trabajador del sector del turismo.
En su opinión, la decisión del Gobierno de Estados Unidos “hace rato tenía que haber pasado”. El gesto de complicidad que hizo Barack Obama a la ciudad de Miami en su histórico discurso de ayer, en el que anunciaba el restablecimiento de relaciones diplomáticas con La Habana, no sedujo lo más mínimo al exilio cubano, que ha recibido la noticia como “un jarro de agua fría”. “Cobarde” y “traidor” son algunos de los calificativos que dedicaron al presidente miembros del exilio, disidentes cubanos presentes en Miami como “Antúnez” y líderes republicanos como Marco Rubio o Jeb Bush, con aspiraciones presidenciales. Rubio, cuyo nombre se maneja junto al de Jeb Bush para la carrera presidencial, salió en tromba contra Obama y anunció que hará todo lo posible para bloquear el final del embargo. No se quedó atrás el propio Jeb Bush, que criticó la nueva “extralimitación de la autoridad ejecutiva” de Obama y acusó al presidente de “recompensar a los dictadores cubanos” que almacenan un “historial catastrófico” de violación de los derechos humanos..