El Nuevo Día

HERMOSA CALIGRAFÍA

El talento de Nicholas Ouchenir

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Tal vez su rostro no te sea conocido pero su puño y letra aparecen en todo tipo de medios, desde invitacion­es y anuncios de firmas como Louis Vuitton, Hermès y Cartier hasta libros. La lista de clientes del calígrafo Nicholas Ouchenir es larga y abarca un mundo más amplio que el de la moda y el arte incluyendo figuras del mundo del es- pectáculo, política y realeza. Por ejemplo, ha sido comisionad­o para escribir una nota de agradecimi­ento al actor Michael Fassbender por parte del Hotel Bristol, y una invitación a Grace Jones para una boda en Burdeos.

En una industria donde la personaliz­ación de lujo se ha convertido en una herramient­a vital para muchas marcas, el raro oficio de Ouchenir, que es autodidact­a, es muy apreciado.

Su atelier en la famosa Rue St. Honoré, se encuentra en un frenesí durante la Semana de la Moda de París en la que puede trabajar en unas 1,000 invitacion­es a diario. En días más tranquilos puede estar envuelto en proyectos para el Museo de Louvre o la última etiqueta de Dom Pérignon vintage.

TALENTO INNATO. En entrevista con la publicació­n Interview, Ouchenir comenta que desde chico admiró la letra de su padre y la de Christian Lacroix. El calígrafo, que dice haber sido bien tímido en su niñez, reveló a la revista Wallpaper que le obsesionab­a la escritura de otras personas, entre ellos, su pediatra.

“Me he centrado en la mano que escribía la receta médica: la tinta que salía de su pluma, las letras totalmente ilegibles, que escribió. Había un cierto aire de misterio en su puño y letra, que me encantó. Más tarde, cuando era adolescent­e hice grafiti en las calles de París con mis amigos y tomé un gusto especial por la caligrafía” dijo a Wallpaper.

No fue hasta diez años atrás que encontró su lugar en este campo, mientras trabajó para la galería JGM de Jean-Gabrielle Mitterand (hijo del fenecido presidente francés François Mitterand), escribiend­o invitacion­es para un evento al que acudió la élite francesa. Luego, su amistad con la relacionis­ta Pia de Brantes, lo expondría a figuras poderosas.

Hoy su trabajo, que incluye desde arte de caligrafía para libros, comunicado­s de prensa, y hasta tatuajes, se expande al diseño de interiores. Su mano derecha, que puede esforzar hasta por 11 horas diarias trabajando en su taller, dijo a Wallpaper, “está asegurada a un gran costo”. Su creativida­d, afirmó a la revista, tiende a comenzar con una letra, inspirada en el cliente que lo lleva a dejar correr su imaginació­n. (Redacción PD)

“Hoy en día, la proximidad entre lujo y lo común está más cerca que nunca. Por ello, el cliente (de marcas de lujo) se debe sentir único, y la marca debe respaldarl­o”

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Nicholas Ouchenir en su estudio que ubuca en la Rue St. Honoré de París.

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