La crisis trae progresos
Aunque es muy importante estar debidamente informado y observar con detalle lo que pasa en el mundo, en nuestro país es mucho más importante enfocar la energía en aquellas cosas que sí están a nuestro alcance.
Alguna vez Albert Einstein dijo “no pretendamos que las cosas cambien si siempre seguimos haciendo lo mismo. La crisis puede ser una bendición que puede sucederle a cualquier persona y nación, porque la crisis trae progresos…”
La economía puertorriqueña sigue sin mostrar señales de recuperación. El inicio de este 2015 está enmarcado por incertidumbre y volatilidad. En particular, la industria del cemento no solo no muestra señales de recuperación, sino que arranca después de culminar el año 2014 con meses como noviembre que marcaron volúmenes de venta en niveles tan bajos como en los inicios de los años sesenta.
Si a esta realidad local le sumamos la nueva “crisis global” detonada por la caída en picada de los precios del petróleo, algo que ningún economista pronosticó y sobre la cual no hay consenso de las consecuencias, los siguientes meses apuntan a más volatilidad e incertidumbre. Esta será nuestra constante.
Para muchos de nosotros es frustrante verse rodeado por una realidad que está fuera de nuestro control. Es frustrante notar que el estado de ánimo de nuestros empleados está determinado por el tono sombrío y triste que tenemos enfrente.
Yo interpreto el mensaje de Einstein como una invitación a dejar de perder el tiempo en lamentos por aquellas cosas que no podemos cambiar. Aunque es muy importante estar debidamente informado y observar con detalle lo que pasa en el mundo, en nuestro país, en nuestro sector, es mucho más importante enfocar la energía de las organizaciones en aquellas cosas que sí están a nuestro alcance.
Por cada cosa que no podemos influir, les apuesto a que existen por lo menos 5 que sí podemos cambiar y afectar de manera positiva.
Hay que analizar qué de lo que hacemos, independientemente del escenario que se nos presente, podemos cambiar para generar valor.
En este proceso es clave que las organizaciones hagan un análisis profundo y redescubran sus propias oportunidades considerando aquellas acciones que pueden controlar.
Algunos ejemplos pueden ser ajus- tar las capacidades productivas, optimizar las organizaciones de acuerdo a los nuevos planes de producción, controlar de manera estricta los costos y gastos, enfocar la atención en incrementar la eficiencia de los procesos y entender mejor los mercados y clientes; entre otros.
De igual forma, si enfocamos a nuestros equipos y compañeros de trabajo en acciones concretas sobre cosas que pueden afectar y dando seguimiento a objetivos específicos y medibles, le inyectaremos un elemento importantísimo: certidumbre. Sabrán que se espera de ellos, en qué se tienen que enfocar, independientemente de lo que pase en el medio oriente o si la política se aprobó o no por el gobierno.
Algunos no vamos a poder llegar al “mañana” si no nos enfocamos en garantizar el “hoy”. ¡ Sería una lástima desaprovechar la oportunidad que nos puede brindar una crisis!