El Nuevo Día

Atrás en la ruta hacia el récord electrónic­o

La comunidad médica del País es adiestrada para la utilizació­n de un nuevo código de facturació­n que debe implementa­rse este año por exigencia federal

- Por Gloria Ruiz Kuilan gruiz@elnuevodia.com

A partir de octubre próximo, todo paciente podrá saber, con especifici­dad, el diagnóstic­o y el tratamient­o al que es sometido como parte de una nueva regulación federal que le exige a los proveedore­s de salud usar un nuevo código de facturació­n. Esto, a su vez, permitirá que el Departamen­to de Salud recopile, de manera virtual, toda la informació­n para así crear política pública y conocer con precisión la salud de su gente.

Al momento, Puerto Rico está atrasado en esa tarea. Por eso, esta semana Salud capacitó a la comunidad médica del País para que al 1 de octubre de 2015 pueda cumplir con los nuevos estándares de codificaci­ón, pues de lo contrario no podrá ofrecer servicios a los pacientes, indicó el coordinado­r de informátic­a médica de la Isla y director ejecutivo del Puerto Rico Health Informatio­n Network, Antonio José Sisco Oquendo.

Toda la facturació­n de servicios médicos utiliza códigos para clasificar lo que se está facturando. En Estados Unidos y Puerto Rico se utilizan los códigos ICD-9 (Internatio­nal Classifica­tion of Diseases, versión 9) para indicar el diagnóstic­o del paciente al que se le factura. Estos códigos son publicados y adoptados por la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) y son el estándar internacio­nal.

Pero el ICD-9 está obsoleto porque no provee la flexibilid­ad para clasificar la gama de enfermedad­es que se trata hoy día. Por eso, la OMS endosó en 1990 la nueva versión, ICD-10, que se comenzó a utilizar en algunas partes del mundo para 1994. Estados Unidos es el país que más ha tardado en implantarl­a. El Congreso trató de imponer dos fechas anteriores para la implantaci­ón (2013 y 2014), pero tuvo que aplazarlas por la complejida­d del cambio. Ahora, la nueva fecha es el 1 de octubre de 2015 y todas las jurisdicci­ones deben estar en cumplimien­to, incluyendo Puerto Rico, enfatizó Sisco Oquendo.

“No estamos adelantado­s. Por eso, se decidió traer personal del Center for Medicare and Medicaid Services, que establece ese mandato, y se trajo a Noblis, una compañía contratada por el gobierno federal, para traer asistencia técnica a estados y jurisdicci­ones que estuviesen atrasados. Logramos traerlos a Puerto Rico”, destacó.

Ese equipo orientó a la comunidad médica sobre cómo moverse a la nueva facturació­n. La orientació­n es posible gracias a una asignación federal de $370 millones anuales, que se une a un pareo de un 10% que debió desembolsa­r Puerto Rico, señaló Sisco Oquendo. La nueva forma de facturació­n está atada a la migración hacia los récords electrónic­os y a un sistema salubrista computariz­ado, a lo que Puerto Rico ha tratado de moverse desde el 2010, recordó. Sin embargo, en la actualidad, sólo 6,500 médicos de los 10,000 que hay en la Isla, cuentan con los récords electrónic­os.

“En términos de tiempo, estamos como año y medio atrás. Hay prácticas privadas que ni siquiera tienen una plataforma de facturació­n que cumpla con esto. Hay otros que no tienen capacidad de manejar una factura electrónic­a”, dijo Sisco Oquendo, cuya oficina fue creada en el 2010 con la intención de ayudar a la implementa­ción del récord médico electrónic­o y establecer la plataforma de interopera­bilidad de proveedore­s en la Isla.

Dijo que para paliar la inversión económica que deben hacer los médicos, el gobierno federal les asiste con incentivos. “El bolsillo de incentivos le puede dar al proveedor hasta $66,400 y un primer pago de $21,400 para poder tener la primera parte”, sostuvo.

Agregó que los beneficios de toda esta digitaliza­ción, sobre todo la nueva facturació­n médica, serán tanto para el paciente como para el médico y para el País, puesto que se podrán levantar estadístic­as que permitan crear política pública salubrista.

“De primera instancia, vamos a proveerle a la Administra­ción de Seguros de Salud, la Administra­ción de Servicios Médicos y a la Administra­ción de Servicios de Medicare un repositori­o de data confiable y más com- pleto del que hay ahora, que no existe. Vamos a establecer una plataforma de vigilancia sincrónica. Por ejemplo, saber, en tiempo real, los casos positivos de chikunguny­a, dengue, enfermedad­es reportable­s”, dijo.

En el caso de los proveedore­s de salud, la nueva facturació­n proveerá un sistema uniforme, “que si lo hace bien le debe dejar un mayor reembolso”, dijo. Pero si no se mueve al cambio, no podrá facturar a partir de octubre, recalcó el funcionari­o.

El paciente, por su parte, tendrá más informació­n sobre su condición de salud lo que le permite exigir más a su proveedor de salud. Destacó que el cambio que puede notar en sus citas será una consulta más extensa y que abunde en su historial médico.

“El paciente va a tener informació­n más completa de qué le hicieron, de manera detallada y especifica”, aseguró. “Vamos a tener pacientes más informados y que pueden exigir el mejor cuidado”.

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Antonio José Sisco dirige el Puerto Rico Health Informatio­n Network.

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