Un enamorado de la música
El maestro Elías Lopés continúa con una impresionante cantidad de producción musical
“¿Me habré amanecido yo?”, pregunta el trompetista Elías Lopés García, al mostrar un sobre de manila rotulado con la cifra “6,337”, que indica la cantidad de arreglos musicales que ha hecho durante su extensa carrera.
Está junto a otros miles de sobres apretados en grandes anaqueles que nos reciben en un salón que antecede a su oficina, un espacio dominado por un escritorio escondido bajo decenas de partituras, que se extienden a una silla y al piso. En combinación, decenas de CD’s rodean el escritorio, y dos estatuillas de los extintos premios Agüeybaná se juntan en complicidad con una foto de la leyenda de la salsa Ismael Rivera para custodiar el espacio. Solo una puerta separa la oficina del estudio de grabación, en cuyas paredes cuelgan innumerables fotos que cuentan solo parte de la rica historia de creatividad y producción musical de Lopés, quien ya alcanza los 70 años. Las imágenes fotográficas, una extensión visual de un pasillo que da acceso al edificio, hablan de las producciones y presentaciones artísticas junto con El Gran Combo, Cachao, Yomo Toro, La India, Cheo Feliciano, José Alberto “El Canario”, Andy Montañez, Gilbertito Santa Rosa, Oscar de León, Rubén Blades, Ismael Miranda, Eddie Palmieri, La Fania All-Stars.
La lista es innumerable, pero allí faltan otros tantos con los que el trompetista, natural de Guayama que llegó a San Juan como a los 9 años con su familia, tocó en la época dorada de los hoteles a los que venían las grandes figuras de Estados Unidos, y otros con quienes recorrió Latinoamérica.
SUS INICIOS. Cerca de su primera década de existencia, se matriculó en la Escuela Libre de Música en San Juan y, posteriormente continuó estudios musicales en el Conservatorio de Música. En la Libre de Música había que tomar obligatoriamente dos años de clases de solfeo antes de comenzar a practicar un instrumento, sin embargo, su dedicación y destreza le valieron que antes de ese término de tiempo le permitieran comenzar a tocar la trompeta.
Recuerda que como “yo era un fiebrú y estaba todo el día tocando la trompeta”, un día llegó “un muchacho, Chacón, de la Calle Loíza” y lo reclutó para José Luis Chacón y su Combo. Ese fue su primer trabajo, a
sus 13 años. Luego, lo reclutó Luis Morales para que formara parte de la orquesta que amenizaba en el restaurante El Esquife, en Villa Palmeras, y posteriormente se unió a la orquesta dirigida por Charles Miner. En el calendario, luego se registra su ingreso a las orquestas de Moncho Usera y de Charlie Fisk, en un momento en que tocó en el Hotel San Juan y llegó a acompañar artistas del calibre de Nat King Cole , Marlene Dietrich, Nancy Wilson y Sammy Davis Jr .
En su paso ascendente, a sus 16 años, Lopés se unió a la Orquesta de Mario Ortiz. Entonces, llegó el momento de hacer su entrada al Gran Combo, orquesta en la que estuvo de 1964 a 1969 y que fue icónica en su carrera porque fue en esa época que comenzó a hacer arreglos musicales. De ahí salió para fundar junto con Roberto Roena la orquesta Apollo Sound, donde era el director musical y arreglista y en la que trabajó hasta 1973.
Seis años más tarde, fundó su propia agrupación, Elías Lopés & Compañía “para crear un sonido diferente”, explica en una amena entrevista en la que explica que tiene cinco hijos, uno de ellos, sonidista, y otro, percusionista. Como si fuera fanático de los números, agrega que tiene 1,769 pro- ducciones discográficas.
Con la salida de las empresas 936 –que lo contrataban para hacer múltiples eventos– el cierre de talleres para artistas, la llegada de las producciones digitales y la piratería, entre otros factores, Lopés vio disminuir dramáticamente su trabajo, al igual que muchos otros artistas.
Sin embargo, una agenda llena de listas de arreglos musicales de diferentes artistas, principalmente puertorriqueños, da cuenta del trabajo que sigue dedicando a la música, y que continúa gestando proyectos musicales. De hecho, mientras estuvimos allí, llegó a entregarle labor el copista José Ramón Caraballo, quien ajusta sus arreglos en los papeles de las partituras que luego leerán los músicos.
“En El Gran Combo fue que empecé a hacer arreglos musicales porque tenía la inquietud”
ELÍAS LOPÉS Trompetista y arreglista