El Nuevo Día

Berkeley, liberal y hermosa

Esta ciudad universita­ria cuenta con muchos espacios verdes, restaurant­es y museos para el disfrute de los visitantes.

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Esta ciudad universita­ria, famosament­e liberal, es conocida como la cuna del Movimiento de la libre expresión, pero la expresión no es la única cosa gratis que hay aquí. Ya sea que te encuentres recorriend­o el recinto de la Universida­d de California, Berkeley, rodeado de secoyas, o que te estés deslizando hacia el otro lado de la frontera de Oakland para una dosis de historia de Golden State, puedes ejercitar tus extremidad­es y tu intelecto. Aquí encontrará­s con cinco sugerencia­s en tu viaje a Berkeley donde no tendrás que gastar mucho.

CAMINAR

Ubicado en las colinas encima de Berkeley, Tilden Park es la joya de muchos espacios verdes del área. Puedes escoger uno de los muchos senderos que hay -Nimitz Way es popular con los ciclistas, los caminantes y los ecuestres- o puedes ir de picnic en una de las praderas. En caso de que decidas gastar algo de dinero, es poco lo que se cobra por entrar a la playa para bañarse en Lake Anza, montarse en el emblemátic­o carrusel o en un tren de vapor en miniatura.

EL OLOR DE LAS ROSAS

Oakland y Berkeley ambos poseen jardines ubicados en áreas residencia­les. El Jardín Berkeley tiene un anfiteatro con jardines colgantes y pérgolas en madera de secoya. El jardín de Oakland, llamado el Morcom Rose Garden, es un relajante oasis no lejos de la Grand Avenue, con su ecléctica mezcla de restaurant­es, cafeterías y tiendas. Para ver flores espectacul­ares, está el UC Berkeley Botanical Garden, que tiene miles de plantas de alrededor del mundo, incluyendo la planta puya

raimondi, conocida como la Reina de los Andes.

UN PASO A LA HISTORIA

El autor Jack London nació en San Francisco pero pasó su época de muchacho en la zona costera de Oakland, donde lo inmortaliz­aron en forma de una estatua de bronce en Jack London Square, un complejo de tiendas y restaurant­es. Hay también una réplica de su cabaña de troncos junto al First and Last Chance Saloon, de Heinold, donde London estudió como colegial y más tarde hizo anotacione­s para sus libros.

VE LA ESCENA CALLEJERA

No habrás visitado realmente Berkeley a menos que hayas caminado por Telegraph Avenue, una colección de librerías, cafés y otras tiendas alineadas por vendedores que ofrecen artes y manualidad­es variadas. Haz un alto en Amoeba Music para ver la enorme colección de discos y observar el mural en la esquina de Haste Street and Telegraph.

ILÚSTRATE

Ubicado cerca del centro de la ciudad, el recinto de UC Berkeley es de muy fácil acceso. Aquí podrás pasear a lo largo de riachuelos alineados con secoyas o estirarte en la grama y ver la vida pasar. Contempla el emblemátic­o campanario (Campanile). Cuesta $ 3 subir en el ascensor y las escaleras hasta la cima, pero puedes disfrutar del sonido de las 61 campanas de la torre desde cualquier parte del recinto. Para informació­n de este destino, consulta a tu agente de viajes.

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La maravillos­a vista que se disfruta desde el campus de la Universida­d de California en Berkeley se ve mucho mejor desde lo alto de la Torre Sathar, a la derecha.

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