Impuestos a los más ricos
Obama presentó ayer al Congreso su plan de presupuesto de $4 billones que busca mayores imposiciones a los más poderosos
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió ayer al Congreso su plan de presupuesto de $4 billones que busca subir impuestos a los ciudadanos más ricos y a las empresas, y emplear esos ingresos extraordinarios para ayudar a las familias que han pasado apuros económicos en los últimos tiempos.
Obama advirtió a los legisladores republicanos que no aceptará un plan de gastos que aumente la seguridad nacional a costa de programas nacionales para la clase media. También los exhortó a no cargar la ley de gastos de operaciones de seguridad nacional con cláusulas contenciosas sobre inmigración.
“No aceptaré un presupuesto que elimine la relación vital entre nuestra seguridad nacional y nuestra seguridad económica”, dijo Obama. “Esas dos cosas van de la mano”.
Obama habló sobre el plan de presupuesto que presentó ayer y el financiamiento del Departamento de Seguridad Nacional durante una visita a la sede del departamento.
El mandatario ha propuesto más impuestos a las empresas y personas más acaudaladas y un ambicioso pro- grama de $478,000 millones para obras públicas. También ha solicitado un aumento de 7% en defensa y el gasto en programas nacionales que cancela algunas reducciones contempladas en el acuerdo de presupuesto de 2011.
Obama calificó esas reducciones de “austeridad sin sentido”.
El mandatario también dijo que todos los estadounidenses tienen interés en asegurar que el Departamento de Seguridad Nacional tenga los fondos necesarios para cumplir su misión. El presidente desea que el Congreso apruebe una ley de gastos del departamento sin echar atrás sus decisiones ejecutivas en materia de inmigración.
“Los hombres y mujeres del aparato de seguridad nacional trabajan duro para protegernos; republicanos y demócratas en el Congreso no deben jugar a la política con ellos”, dijo Obama.
El gobierno dijo previamente que el presupuesto representa una estrategia para fortalecer a la clase media y ayudar a “las familias trabajadoras para que salgan adelante en un momento de cambio económico y tecnológico incesante”.
“El país está mejor de lo que era hace cuatro años, pero también sabemos que los salarios y los ingresos de las familias de clase media están en cuenta regresiva”, dijo Obama en una entrevista transmitida ayer por el programa Today Show de NBC.
Los ingresos de la clase media “no han mantenido el ritmo en los últimos 30 años en comparación con, como ya se sabe, los beneficios empresariales y lo que está pasando la gente en lo más alto”.
Incluso antes de que los enormes libros presupuestarios aterricen en los escritorios de los legisladores, los republicanos han comenzado a criticar la propuesta, acusando al presidente de intentar volver a políticas fiscales y de gastos que dañarán la economía mientras sigue sin abordar el mayor problema del presupuesto: un aumento del gasto en los programas de ayuda del gobierno.
La mitad del ambicioso programa de obras públicas se financiaría con un impuesto, que sólo se aplicaría una vez, a las ganancias que las empresas estadounidenses han ganado en el extranjero, dijeron funcionarios de la Casa Blanca.
El impuesto a las ganancias acumuladas ganadas en el extranjero sería de 14% y pagadero de inmediato. Según las leyes, esas ganancias sólo se gravan a nivel federal si se repatrian a Estados Unidos, donde enfrentan una tasa impositiva máxima de 35%. Muchas compañías evitan los impuestos federales sobre esas ganancias simplemente dejándolas en otros países.