DILEMA DE ADOLESCENTE
Cómo enfrentar las dudas sexuales
Mamá, soy bisexual. Escuchar estas palabras de los labios de su hija de 16 años dejó sorprendida a Itza Román (nombre ficticio), sin embargo nada comparable con la primera ocasión en que, compartiendo ambas en un centro comercial, la jovencita se fijó en otra chica y le dijo “mira qué linda”.
Durante los años de la adolescencia, los cambios hormonales y físicos de la pubertad generan una búsqueda de afinidad emocional y despiertan los deseos sexuales de los jovencitos de entre 12 y 18 años. Es un periodo crítico en el que asoman la curiosidad, el deseo de afecto, de apoyo y, sobre todo, de identidad sexual.
“Los problemas de la mayoría de los adolescentes son que, buscando sentir el afecto y el amor de algunas personas, los confunden con sexo”, asegura el profesor Juan
Malavé, sexólogo del Instituto Sexológico Educativo y Psicológico de Puerto Rico y perito forense.
“Si es difícil para un adulto definir lo que se siente por una persona, imagínate para un adolescente, que puede malinterpretar lo que es placer y lo que es amor”, declara Malavé. “En esta etapa los chicos aún no han desarrollado completamente lo que es su identidad sexual”, asegura.
Y en ese dilema se encuentra la joven antes mencionada. Pese a que se ha mostrado clara en su preferencia sexual, aún no ha tenido relaciones con chicas. No obstante, sí ha experimentado dos noviazgos con varones de los cuales, según su madre, ha salido lastimada y decepcionada.
La progenitora -con tristeza en su vozprecisa que las malas experiencias con los varones, sumadas a la violencia de género que observó en su hogar, pudieron haber sido determinantes para que su hija le confesara: “No tengo suerte con los hombres, así que voy a tratar con las mujeres”.
¿QUÉ PROVOCA LA CONFUSIÓN? Malavé coincide con la madre de la joven en que la violencia que pueda imperar en el noviazgo y las experiencias vividas son factores de- terminantes para que un adolescente se sienta confundido durante la etapa de la adolescencia.
Enfatiza también que la falta de educación sexual en las escuelas del País, la influencia de los medios de comunicación, las redes sociales y la curiosidad son claves para que a los jóvenes se les dificulte diferenciar entre sexualidad, amor y afecto, y confundan su orientación sexual. Esta se define a través de toda la vida, insiste el especialista. Por su parte, el doctor Alfonso Martínez
Taboas, psicólogo clínico, catedrático de la Universidad Carlos Albizu y expresidente de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, apunta que entre los 13 y los 16 años los chicos comienzan a darse cuenta de que son diferentes.
Mientras que la sicóloga en consejería de niños y adultos Amarilys Rodríguez establece que ha atendido casos de jovencitas entre 14 y 17 años que en su búsqueda han sostenido relaciones estables y largas tanto con varones como con chicas.
Rodríguez precisa que las adolescentes “buscan apoyo, quién las entienda, sentirse valoradas” y muchas veces logran satisfacer estas necesidades con alguien de su mismo sexo. No obstante, para la experta en niños y jóvenes, no todos están confundidos y, tan temprano como en la adolescencia, una persona puede inclinarse hacia la bisexualidad.
Las personas bisexuales sienten una atracción romántica y física por los miembros de ambos sexos. “Los bisexuales no son personas confundidas. Dicen categóricamente que tienen un gusto tanto para el hombre como para la mujer. Están muy cómodamente, sin sentirse culpable, con los dos”, enfatiza Martínez. La adolescencia es un periodo crítico en el que asoman la curiosidad, el deseo de afecto, de apoyo y, sobre todo, de identidad sexual.