Para conquistar a una madre soltera

Querida Cara: Soy tu fan y por eso te escribo. Creo que mi dilema es de muchas, que como yo, intentan retomar su vida de soltera, divorciada y con hijos. Me encantaría que entre tus lectores -que son muchos- hicieras una lista de esenciales para que los galanes entiendan que no es lo mismo salir con una mujer soltera que salir con una mujer divorciada con hijos. Que conste, que la última propuesta, tiene su encanto.

Del lado de nosotras no es lo mismo, lanzarse al “dating” cuando tienes 20 o 30 y no tienes hijos, que tratar de intentarlo cuando tienes 30 o 40 y vives con tus hijos. Es una película diferente. Y si le sumas que tienes amigas más jóvenes, solteras, sin hijos, sin mucha suerte en la misma faena, y te cuentan todos sus intentos fallidos (hombres casados que se cantan solteros, galanes poco creativos o sin talento para mantener tu interés, picaflores que no saben atender a una sola mujer, u hombres que solo quieren una cosa, sexo y fuera, tacaños) sus desahogos te hacen preguntarte si vale la pena intentarlo. Porque si ellas no tienen suerte, tu circunstancia puede asustar a muchos. Pero cuando manejas a tus amigas quejonas y las dejas fuera de tu radio de acción para no privarte de conocer a alguien nuevo, tienes algo más fuerte en casa. Tus hijos.

Vivir con hijos adolescentes o adultos, convierte tu casa en la casa de ellos. Y cuando me he visto en la oportunidad de conocer a un galán con posibilidades, mi casa no es lugar para vernos. Y no todos los galanes lo entienden. Prefiero un escenario neutral para el “dating”. En mi casa, me demoro mucho en decidir que me visiten. Es un voto de confianza que no doy fácilmente, porque cuando lo he dado, me planteo cómo me ven mis hijos. Para mí, criar varones es criar los hombres que yo quisiera que salieran con las hijas de mis amigas. Y me siento como un ejemplo ambulante ante ellos.

No soy santurrona, he tenido “amigos con posibilidades” y un novio luego de divorciada. El que llegaran a casa a que me visiten, me transportaba a la época cuando mi “amiguito” ponchaba a los 17 años, que me sentía que toooodo el mundo estaba pendiente en casa de cómo es, qué me dice, cómo está vestido, cómo lo trato… un comité censor implacable.

En este caso, la opinión de mis hijos, no necesariamente define el resultado, pero es un factor a considerar. Y no todos los galanes lo entienden.

La restricción de dónde vernos, también me limita las opciones. Que no cuente con que mi casa será el lugar del “dating”.

Quien se acerque a mí, debe ser “open-minded”, idealmente, haber tenido hijos -porque si no los tiene, no hay forma de que entienda que no disponemos de todo el tiempo del mundo- como ellos que salen cuando se les antoja. Porque los hombres divorciados con hijos son casi iguales que los solteros. No están atados a hijos en casa ni su tiempo y espacio está ocupado por ellos y por mí.

Debe ser creativo en sus propuestas para invitarme a salir. Y tener el talento y la paciencia para ir hilando fino en la confianza y la intimidad.

Cara, que no me causa estrés salir sola o con amistades. Estiro mi tiempo al máximo cuando se trata de divertirme. Pero cuando se acerca a mi vida un candidato interesante, y ve que mi tiempo está dividido por mi trabajo, mis hobbies y mis hijos, se asusta y no se faja en encontrar el justo punto medio para engranar con mis encantos.

¿Sería factible que se los explicaras? Te lo voy a agradecer.

Te incluyo una lista de sugerencias para los galanes disponibles.

*No olvides que una mujer de más de 40, soltera y con hijos tiene conversación, camino recorrido, ha librado batallas y si estoy cansada hoy, puedo no estarlo mañana. (Insiste = paciencia y persistencia).

*Como nuestro tiempo libre es escaso, cuando lo tengo, deben valorarlo. (No es cantidad, es calidad).

*Que nos gusta el coqueteo fino y agradable. Que aprendan a bailar. ¡Por Dios! (Bailar ayuda a conectar).

*Que si no me gustan los deportes que practican puedo sentarme con una copa de champán o una cerveza fría a disfrutarlos.

*Que no hay nada más sensual que una conversación en la que se mezcla el humor, la coquetería y la inteligencia. (Si eres culto y conversas mantienes mi interés).

*Si no quiero que me visites en casa, ni que conozcas a mis hijos, tengo razones para ello. (Vísteme despacio que voy de prisa).

Janet, de Guaynabo

Apreciada Janet, lo has dicho todo. Ciao!