OBLIGACIÓN QUE NO CEDE
SERVICIO A LA DEUDA de todos los emisores de deuda de Puerto Rico excluyendo el Banco Gubernamental de Fomento
problemas, pero destaca que a Puerto Rico se le hará muy difícil cumplir con el pago de la deuda en los siguientes años.
“Puerto Rico no tiene las herramientas para competir en un mundo globalizado, de libre comercio”, asegura el líder estadolibrista.
Según Acevedo Vilá, a partir del año fiscal entrante el pago de los GO’’s aumentaría en 31%, y ello sin contar la emisión de bonos respaldada por el aumento en el impuesto al petróleo y sus derivados, "mejor conocida como la “crudita”.
LA PRUEBA DE 2006. Dice que el panorama actual es menos flexible que mientras ocupaba La Fortaleza. Relata que ordenó el cierre del Gobierno porque vencía un pago de la deuda.
“Venía un pago a los bonistas que había que hacer el 15 de mayo. Tenía que respetar la Constitución”, explica Acevedo Vilá. “No tenía dinero para pagarle a bomberos, policías, Centro Médico”, sostiene.
La Constitución establece que los bonistas tienen el primer lugar a la hora de distribuir los fondos del erario. Los servicios públicos de salud, educación y seguridad quedan en tercer orden de prioridad.
“La economía de Puerto Rico no aguanta otro cierre de gobierno, probablemente”, subraya el abogado estadolibrista. DUDAS CON UNA ESTRATEGIA VIEJA. Pero Anthony Cruz, un experto en auditorías en agencias, municipios y corporaciones públicas, no está seguro de que la renegociación sea el camino.
“Esto era predecible desde hace mucho”, dice Cruz. “Utilizamos partidas no recurrentes para cuadrar presupuestos por décadas”.
El contador dice que Puerto Rico ya ha renegociado su deuda. “Nosotros hacíamos muchos refinanciamientos, que no es otra cosa que modificar los términos y empujar la deuda hacia atrás”, dice Cruz, quien se mantiene optimista pese a la falta de liquidez en el BGF y el gobierno central.
Sin embargo, según el contador público, si Puerto Rico quisiera reducir el pago de principal, entrará en un ejercicio muy complejo y con grandes exigencias. “Lo primero que van a preguntar los bonistas es qué cosas hicimos antes para evitar esta situación”.