Recibe oxígeno Nicolás Maduro
Analistas piensan que las sanciones de Washington y la declaración de amenaza refuerzan al debilitado presidente
CARACAS - “Tal vez Obama le está dando a Maduro lo que Maduro tanto ha buscado: un enemigo más grande que la crisis”, publicó el escritor venezolano Alberto Barrera Tyszka en su cuenta de Twitter.
El “tuit” de Barrera, uno de los novelistas más reconocidos de Venezuela, llegó el lunes después de que Barack Obama emitiera una orden ejecutiva según la cual el país latinoamericano constituye una “amenaza extraordinaria e inusual” para la seguridad nacional de Estados Unidos
La reacción de Nicolás Maduro llegó pocas horas después del anuncio de la Casa Blanca.
El presidente venezolano anunció que solicitaría una nueva ley habilitante “antiimperialista” para defender la paz y la soberanía de la patria, la cual fue refrendada ayer por la Asamblea Nacional.
En cadena nacional de radio y televisión, el presidente venezolano dijo que Obama decidió “pasar personalmente a cumplir la tarea de derrocar mi gobierno e intervenir Venezuela para controlarla”.
Pero, ¿realmente benefician estas medidas al gobierno venezolano desde un punto de vista de política interna?
Analistas coinciden que en un contexto de recesión económica, desabastecimiento, inflación y baja popularidad, esta medida puede insuflar de nuevo combustible al presidente venezolano.
Maduro ha señalado a sectores de la “derecha” venezolana en connivencia con Estados Unidos -habló de un eje Madrid-Bogotá-Miami- de conspirar de forma “permanente” en contra de su gobierno.
Para el periodista venezolano Boris Muñoz, la medida del gobierno estadounidense llega a destiempo, “en un escenario de condiciones económicas adversas y con un gobierno cuya popularidad está en franco deterioro”.
Muñoz, asentado en la ciudad de Boston y quien ha dedicado años al análisis de la situación política venezolana, califica la medida como una navaja “de doble filo”.
“Esta medida refuerza la línea tomada por el gobierno venezolano según la cual Estados Unidos participa junto con factores de la oposición en lo que han denominado como un golpe lento continuado”, dijo Muñoz. “Esa línea argumentativa ha sido usada sistemáticamente por el gobierno en contra de la oposición”.
Con esta idea coincide David Smilde, experto en Venezuela de la Oficina de Washington para América Latina, quien no duda en afirmar que, al menos en el corto plazo, la orden ejecutiva firmada por Barack Obama beneficiará a Nicolás Maduro.
Para Smilde, la medida facilita el ejercicio del poder de Maduro “dentro de su coalición” y le sirve para sofocar cualquier “desacuerdo o disenso respecto a todo lo que él ha dicho durante meses respecto a una conspiración en su contra”.
Y esto, explica Smilde, permitirá consolidar al chavismo -incluyendo aquellos sectores descontentos- en torno a la figura de Maduro.
“El presidente podrá decirle a la gente que está un poco desengañada con el gobierno, ‘miren tenía razón, esta situación es obra de una conspiración’”.
Por otro lado, le ofrece al mandatario la posibilidad de dedicarse a hablar de los problemas con Estados Unidos y no de las medidas -algunas de potencialmente antipopulares y de alto costo político- relacionadas con la situación económica: temas como devaluación, aumento de los precios de la gasolina, tasa de control de cambios, entre otros.
“Cuando el gobierno debería estar concentrado en las reformas económicas necesarias y en tomar medidas lógicas, racionales, este decreto va a fortalecer a Maduro en la dirección equivocada”.
Para el analista político venezolano Nícmer Evans, el decreto de Obama -que él califica de “amenaza”- es muy grave como para que alguien pueda verse beneficiado: no beneficia al país y, por ende, no beneficia al gobierno.
“Siendo Estados Unidos la potencia bélica más poderosa del mundo, es absurdo que se señale a Venezuela como una amenaza”, dijo Evans, quien es parte de Marea Socialista, una corriente del Partido Socialista Unido de Venezuela que ocasionalmente cuestiona las políticas oficiales.
“Este decreto pone en alerta máxima a Venezuela y debe generar una revisión en las relaciones con Estados Unidos y en los riesgos que entraña”.
Según Evans, el decreto de Obama -que él considera más grave que las sanciones aprobadas por el Congreso de Estados Unidos en diciembre- puede terminar generando una reacción en las distintas fuerzas chavistas, incluso aquellas que mantienen una postura crítica con el gobierno de Maduro.
“Éstas se rearticularán y se unificarán ante una amenaza en contra del gobierno”, razona. “Y la articulación en torno a la defensa de la soberanía nacional permitirá que pasen a segundo plano las deficiencias del gobierno de Maduro”. La Asamblea Nacional venezolana aprobó en primera discusión una ley que le da poderes especiales al presidente Nicolás Maduro para legislar en diferentes ámbitos y garantizar la defensa del país. La mayoría oficialista del congreso aprobó cerca de la medianoche del martes en primera discusión la llamada “ley habilitante antiimperialista para la paz”, pero deberá ser sometida a un segundo debate para su aprobación final. La legislación especial, que es la segunda que recibe Maduro en casi dos años de gobierno, tendrá una duración de seis meses y se centrará en la protección contra la injerencia de otros estados, acciones bélicas y cualquier otra actividad que pretenda violentar la paz y el funcionamiento de las instituciones