El Nuevo Día

Lo público y lo privado

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Durante estas semanas se han ido barajando en distintas instancias los límites de lo privado y de lo público en el entorno del debate del IVA. En principio, deberíamos saber que la salud de las personas en este bendito país, no es un asunto privado, sino un asunto de política pública. Igualmente la educación no es asunto privado, es un asunto de política pública. De alguna forma, los asuntos legales de defensa justa de los ciudadanos en los tribunales, tampoco es un asunto privado, sino de política pública.

Se ha hablado mucho de los 160 países que aplican el IVA. Pero no se ha dicho que en muchos de ellos, la medicina está socializad­a y se les garantiza no solo a los residentes, sino a los inmigrante­s una atención primaria de calidad. Tampoco se ha mencionado que la educación para muchos de estos países es un asunto público. Y existen distintas formas de “concertar” y garantizar ayudas a los ciudadanos y a las institucio­nes que se dedican a la enseñanza como misión social. Pensemos, por un momento, qué pasaría en Puerto Rico si toda la educación privada, desde elemental hasta universita­ria, le comunicara al Gobierno: “La educación de nuestros ciudadanos en un derecho inalienabl­e para ellos, pero nosotros no queremos hacernos cargo de ella de ahora en adelante. Ahí tienes todos nuestros alumnos. Garantízal­es atención, instrucció­n y formación de ahora en adelante. Nosotros no vamos más”. ¿El Departamen­to de Educación podría con los estudiante­s que dejaría la educación privada? Y si se sumaran los profesiona­les y proveedore­s privados de servicios de salud, médicos, hospitales, centros de salud, laboratori­os, etc. y le dijeran al Gobierno otro tanto… ¿qué se supone que hiciera el gobierno, que ni puede con el Departamen­to de Educación ni con el sistema oficial de salud del Gobierno?

Saben qué, los políticos tienen que comenzar a usar la cabeza. Es cierto que todos tenemos que aportar a los servicios públicos, pero todos y todas nos tenemos que apretar el cinturón. Y hay que reducir gastos. En la empresa privada se trabaja de otra manera y a menor costo. Hay empleados del gobierno que como saben que es política pública que no va a haber despidos, se lo toman demasiado suave y no atienden debidament­e a los ciudadanos.

¿Dónde comienza lo público y dónde lo privado?

Alfredo E. Andueza Phd, San Juan

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