CARRERA CONTRA EL DESPLOME
Melba Acosta, presidenta del BGF, reconoce la extrema precariedad de las finanzas públicas, pero apuesta al préstamo basado en la crudita, a recortes y a mejores recaudos para no tener que cerrar el Gobierno
Al reconocer la precaria situación de las arcas públicas, el gobierno apuesta a una nueva emisión de bonos -tras la aprobación de las enmiendas a la crudita- y a la reforma contributiva, para atajar la crisis.
La transferencia de ahorros de la corporaciones públicas al Fondo General y la elaboración de un plan de ajuste fiscal a cinco años son otras de las medidas vislumbradas, según la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Melba Acosta.
Los recaudos del gobierno para el mes de enero están $115 millones por debajo de lo proyectado, y, a partir de este mes, el Fondo General tendrá que sacar $1,330 millones para pagar el dinero que tomó prestado en los pasados meses para pagar las obligaciones generales (GO’s, por sus siglas en inglés).
“Estamos haciendo todo lo posible porque no pase un cierre ni nada por el estilo. Tenemos que seguir monitoreando los recaudos. Hasta ahora, lo bueno que ha pasado es que las proyecciones que había hecho Hacienda, de aquí a junio 30, reflejaban una caída en los recaudos de $80 millones, pero están $7 millones por debajo y parece que no se van a caer. Estamos viendo mes a mes”, dijo Acosta.
La principal oficial financiero del gobierno sostuvo que el BGF, el Departamento de Hacienda y la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) están trabajando intensamente y se reúnen casi a diario para hablar de este tema y de otros asuntos relacionados. La próxima reunión será el lunes.
“Tenemos que buscar medidas, en lo que la reforma se decide, que llenen esos huecos que tenemos”, explicó la también exsecretaria de Hacienda. Entre esas medidas, mencionó los dos proyectos que presentó el Departamento de Hacienda en los que proponen nuevas ventanas y una amnistía que dejarían unos $160 millones en recaudos. Esa cantidad sumada a los $125 millones que ya congeló la OGP ante la crisis totalizan $285 millones.
Cuando se le preguntó si un cierre del gobierno está descartado, Acosta contestó: “Hasta ahora sería algo bien extremo. Oye, tú no puedes descartar nada, pero estamos haciendo lo posible para que esa medida no ocurra. El gobernador sí nos ha pedido que hagamos todo lo posible para que no hayan ni despidos ni cierres y en eso estamos”.
Asimismo, el director de la OGP, Luis Cruz Batista reconoció ayer la crisis fiscal del gobierno. “La situación fiscal, sobre todo la situación de liquidez de Puerto Rico, es sumamente delicada desde que llegamos a la administración en el 2013”, sentenció el funcionario en una entrevista radial.
En la actualidad, el problema se agravó debido a los retrasos que tuvo la Legislatura para conceder un aumento automático en el impuesto al petróleo crudo y sus derivados, conocido como la crudita, así como otras libertades en el préstamo que tomarán para lidiar con la deuda que tiene la Autoridad de Carreteras y Transportación con el BGF, dijo Cruz Batista.
ACCIÓN TARDÍA. El funcionario explicó que la situación de liquidez “fuera mucho más cómoda” si hubiesen realizado la transacción para obtener el financiamiento el pasado año.
“Si se hubiese trabajado este proceso más ágilmente, se hubiese aprobado antes, se hubiese ido al mercado, hubiésemos ya tenido una transacción mucho antes, lo cual nos daría la liquidez… el flujo de efectivo necesario para reconstruir las finanzas de Carreteras y devolverle la liquidez al Banco”, afirmó.
De igual forma, Cruz Batista aceptó que en la Constitución se estipula que la prioridad principal es pagar la deuda y otras obligaciones que tiene el Gobierno. La cifra que se debe empezar a pagar desde este mes es de $1,330 millones. El Gobierno también necesita $290 millones mensuales para pagar la nómina de los empleados. El funcionario no estipuló el dinero necesario para ofrecer servicios a la ciudadanía.
TRABAJAN EN LA EMISIÓN. Acosta, entretanto, indicó que la emisión de bonos ocurriría entre abril y mayo, pero no anticipó a cuánto ascendería. “Te tengo que ser sincera, las condiciones son más difíciles ahora. Quizás una transacción en diciembre
hubiera sido más fácil. Se nos ha complicado el asunto con la reforma”, manifestó Acosta a preguntas.
Entre los aspectos que complican las condiciones para la emisión, figuran cuestionamientos de los bonistas sobre la reforma contributiva, la Autoridad de Energía Eléctrica y la baja en los recaudos de Hacienda. “Todo esto hay que explicarlo y estamos trabajando con los documentos”, indicó Acosta, quien el miércoles sostuvo una conferencia telefónica con los banqueros.
“Ir al mercado no es una cosa que tú haces mañana. Tienes que hacer documentos legales y cuando estemos ‘ready’ lo haremos”, expresó Acosta, al indicar que los intereses están mucho más altos que cuando el gobierno salió al mercado el año pasado.
RUTA EQUIVOCADA. Para el economista Gustavo Vélez, es una política fiscal errada intentar resolver el problema fiscal del país de esta manera. “Yo he sido bien consistente en los últimos meses al decir que se está cometiendo un grave error en continuar aumentando los impuestos a la misma vez que se sigue aumentando la deuda a tasas de interés relativamente altas por no decir de usura”, expresó Vélez.
“Esa ruta de continuar aumentando las contribuciones, tratando de cuadrar el déficit fiscal y tratando de mantener artificialmente las corporaciones, lejos de resolver el problema, lo ha agudizado”, agregó Vélez.
El economista recordó que el año pasado, después de la degradación de los bonos a chatarra, “se fue al mercado y se cogió un préstamo de $3,000 millones al 8.7% de interés y se dijo que con eso se resolvía el problema por año y medio”.
“Un año después, estamos en la misma historia, que es volver a coger a una tasa mayor que estará entre un 10% y un 11%. Eso es seguir hundiendo al país en una espiral de endeudamiento permanente. Puerto Rico no puede seguir financiándose a esos términos. Eso es macroeconómicamente insostenible. No se puede seguir gobernando para Wall Street. Hay que buscar otros mecanismos de salirnos de esta filosofía”, expresó Vélez.