Aníbal Acevedo Vilá “Si el caso de Guam aplica a Puerto Rico pues ellos son codeudores”
WASHINGTON.- A pesar de la negativa del Departamento del Tesoro federal a tomar medidas especiales que ayuden a aliviar la crisis fiscal de Puerto Rico, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá piensa que la presión apenas co- mienza y puede incluir que los bonistas toquen a la puerta de un tribunal. En una controversia legal, el gobierno de Estados Unidos puede ser hallado responsable, considera Acevedo Vilá, al hablar del lenguaje de la ley de relaciones federales de 1950 y expresiones del juez Clarence Thomas en un caso decidido en 2007 por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, sobre bonos del territorio de Guam. El exgobernador -en entrevista telefónica con El Nuevo Día sobre un artículo de opinión que publicó en su blog en busca de llamar la atención de sectores en Estados Unidos-, hace claro que la responsabilidad empieza en casa.
¿Usted cree que el gobierno federal tiene que asumir responsabilidad con la crisis fiscal de Puerto Rico? —Tenemos la mayor parte de la responsabilidad. Pero, Estados Unidos tomó unas decisiones que afectaron la economía de Puerto Rico, como la eliminación de la sección 936 del Código de Rentas Internas federal, sin dar ningún poder para compensarlo. La aplicación indiscriminada de leyes federales, como las normas de cabotaje, legislación laboral y ambiental, nos quita ventajas competitivas. Pedimos prestado demasiado, pero esa era la política de la Reserva federal, con prácticamente cero interés.
¿Y piensa que pueden tener responsabilidad legal? —“Si llegara el momento del impago, los tenedores de bonos de Puerto Rico pueden tener una causa de acción, no solamente contra Puerto Rico, sino contra Estados Unidos. Los bonos de Puerto Rico se han emitido al amparo de una ley federal, desde la ley Jones de 1917 y ahora por medio del artículo 3 de la ley de relaciones federales, que otorga el poder para emitir bonos y una triple exención contributiva. En el caso Limtiaco versus Camacho de 2007, en torno a bonos del territorio de Guam, el juez Thomas mantuvo que una emisión de bonos, bajo una ley federal, no es un asunto puramente local, sino nacional de EE.UU. Pero, ese no es el razonamiento para resolver el caso. —El Tribunal Supremo puede decir que eso fue un ‘dictum’. Pero, nuestros bonos se mercadean al amparo de una ley federal. Hay un argumento bien fuerte de que es una responsabilidad de EE.UU. con la deuda.
Usted cree que un impago en Puerto Rico puede tener efectos significativos en el mercado de valores de EE.UU. Pero, la percepción es que el Tesoro hizo ese análisis y determinó que el golpe no tendría un efecto dominó. —Eso es lo que he escuchado. Desde el punto de vista económico y global, el gobierno de EE.UU., como un todo, tiene que mirar esto. Si el caso de Guam aplica a Puerto Rico -la Casa Blanca ha dicho que con el ELA Puerto Rico no dejó de estar bajo la cláusula para territorios-, pues ellos son codeudores.
Por otro lado, el mensaje del Tesoro es que no quieren sentar precedentes y lo que escuchan autoridades boricuas y líderes sindicales -aunque hay que reconocer que después enviaron la misión de más alto nivel que han tenido en la Isla-, es no, no y no. —¿Cuántas veces dijeron que no sobre Vieques? El otro día hablaba con una inversionista -que considera que el Tesoro ha hecho claro que no van a actuar y no conoce del caso de Vieques- y le preguntaba qué departamento pensaba era más difícil, el Pentágono o el Tesoro. Por supuesto, que dijo el Pentágono. Le dije, ‘usted sabe que Puerto Rico sacó a la Marina de Vieques aún ante la objeción del Pentágono’. No fue el Pentágono el que lo decidió, fue la presión política. ¿Usted cree viable que el Tesoro compre bonos de la próxima emisión de bonos del gobierno de Puerto Rico o que los garantice? —Tienen el poder para hacerlo. Hay que tocar las puertas 20 veces, 100 veces, mandar gente diferente y crear alianzas.
Pide un frente común, pero el gobernador García Padilla no ha negociado con la oposición política. —Las tres uniones que han pedido acción al gobierno federal, van por la línea correcta. Se les escucha en Washington, en el Ejecutivo y el Congreso. Los sectores con inversión (en la deuda) han empezado a preocuparse y todo eso puede generar condiciones para consensos más amplios.
¿Y qué dará Puerto Rico a cambio? No se escucha nada sobre eso. —Tengo mi propuesta (que congelaría las transferencias federales a cambio de que EE.UU. asuma la deuda). Tienen que haber unas transformaciones y a larga esto tiene que ver con el status. Si no resolvemos nuestras variables económicas, quizá salimos de una crisis y nos metemos en otra.