Marcará Andalucía el giro de la democracia española
Favorito el partido socialista para revalidar pero sin mayoría absoluta por lo que habría de pactar
MADRID - La región española de Andalucía celebra hoy unos comicios locales que son el prólogo a un año electoral en toda España y que pueden convertirse en un termómetro político ante el reparto de fuerzas y los posibles pactos para configurar mayorías de gobierno.
Los candidatos cierran así na campaña de quince días destinada a pedir el voto para renovar el Parlamento de la región y elegir un nuevo gobierno y todas las encuestas dan por ganador, aunque sin mayoría absoluta, a los socialistas, que llevan en el poder más de tres décadas.
El PP (centroderecha), que tiene el Ejecutivo central y la mayoría de las regiones y ayuntamientos, nunca ha gobernado Andalucía, donde los sondeos le colocan en segunda posición.
Una de las novedades que puede aportar la cita con las urnas es la irrupción de dos partidos: Ciudadanos, de corte centrista y liberal, y Podemos, a la izquierda y con un discurso radical contra los políticos tra- dicionales.
Ambas formaciones, libres de la carga de la corrupción que pesa sobre las dos grandes, se presentan como valedores de la regeneración democrática y no sólo crecen en los sondeos para Andalucía, sino que algunas encuestas a nivel nacional ya les sitúan al mismo nivel que PP y PSOE.
Por eso los comicios andaluces tienen la particularidad, en primer lugar, de propiciar probablemente la entrada de Podemos y Ciudadanos en la Cámara regional y, en segundo lugar, de que ambos pueden decidir acerca del futuro gobierno. Un escenario que puede repetirse en las elecciones regionales y municipales de mayo y en las legislativas, previstas para final de año.
Populares y socialistas se han alternado en el Gobierno central desde hace tres décadas, pero ahora están en sus niveles más bajos de intención de voto, lastrados por casos de corrupción y la gestión de la crisis económica de los últimos años.
Andalucía, con 8.3 millones de habitantes, es la región más poblada de España y hoy será un banco de pruebas para la política española, tanto por el probable final del bipartidismo tradicional como por una fragmentación del voto que dificulte la creación de un gobierno monocolor.