Madrugan por Madonna
Decenas de fanáticos llegaron ayer al Coliseo de Puerto Rico para adquirir boletos para el concierto de la cantante
A las 5:00 de la tarde del viernes, mientras muchas personas salían de sus trabajos para comenzar a disfrutar del fin de semana, Ángel Jesús González Díaz, llegó al Coliseo de Puerto Rico. Arribó solo y preparado para esperar más de 15 horas frente a la boletería de este precinto.
La razón para tal sacrificio era conseguir boletos para el concierto Rebel Heart de la cantante estadounidense Madonna, quien se presentará por segunda vez en Puerto Rico el próximo, 5 de septiembre. La venta de las entradas para el espectáculo inició ayer, sábado, y González Díaz fue el primero en la fila.
“Madonna es Madonna, she is the queen, so no me quería quedar fuera. Son 21 años sin que ella viniera. Para Lady Gaga no pude ir a arena porque la compré en Caguas y allá la ven- dieron más tarde, so quise venir (esta vez) para acá para comprarla, ya que con Katy Perry me quedé afuera. Así que pedí el día libre para aprovechar y comprarla”, expresó el joven, quien logró conseguir la anhelada entrada, para la cual pagó $379.85 en el área de arena. Al igual que González Díaz, decenas de otros fanáticos de la artista llegaron entre el viernes en la noche y la madrugada del sábado hasta el Coliseo para conseguir sus entradas.
Los amigos Imara Fernández y Norberto Navarro fueron los segundos
que arribaron al precinto a las 10:00 de la noche, del viernes.. Comentaron que vieron a Madonna por primera vez en el concierto que realizó en 1993 en el estadio Juan Ramón Loubriel, de Bayamón, y que esta vez no podían fallar a la cita.
“Recuerdo que aquella vez rompieron las vallas, brincó la gente, fue una experiencia única, imagínate, la primera vez que vino Madonna a Puerto Rico. La seguridad no fue la más efectiva, la gente se coló y fue un desastre, pero vimos a Madonna. Ahora esperamos que sea un poquito distinto”, sostuvo Navarro rememorando aquel primer polémico concierto de la Reina del Pop en la Isla, donde, entre otras cosas rozó la bandera puertorriqueña en su entrepierna.
Sentado en una silla de playa, esperaba Luis Vázquez, en compañía de
Ángel Lozada, ambos de San Lorenzo. “Llegamos a las 3:23 de la madrugada. Primero nos fuimos a discotequear y después de la discoteca, trajimos una sopa, pan y hasta la neverita para pasar las horas”, contó Vázquez, quien junto a otros de los fanáticos pasaron la noche compartiendo anécdotas, salpicadas con bebidas y comida.
INDIGNADOS. La boletería del Coliseo de Puerto Rico abrió a las 10:00 de la mañana, una hora después de lo previsto y a la misma hora que comenzó la venta digital a través de Ticketpop.
Esta situación causó molestia entre algunos de los fanáticos, pues no lograron conseguir los boletos que esperaban.
“Lo que quedan son los boletos de la parte de arriba. Debieron abrir a las 9:00 de la mañana. No es justo porque yo llevo aquí desde las 12:00 de la madrugada”, protestó Ramón Ruiz Jiménez, de Caguas, quien decidió no comprar taquillas en el área de general, que era lo que quedaba cuando logró llegar hasta la casilla de la boletería.
Ivette Ramírez, de San Juan, también estaba indignada con esa situación. Ella compró boletos en el área general, pero su plan era adquirir taquillas para las sillas de arena.
“No es justo, yo estoy operada y vine anoche del hospital para hacer la fila”, destacó, quien a pesar de la crítica, compró las taquillas, porque “mejor verla de lejos que no verla”.
A solo 20 minutos de haber comenzado la venta de los boletos, ya se había vendido casi toda el área de arena y la zona principal.
Lo que quedaba a las 10:30 de la mañana de ayer, sábado, era las entradas para la sección de general, cuyos precios fluctuaban entre los $90 a $40.