El Nuevo Día

Un judoka con visión olímpica

Luis Jabdiel Pérez es un atleta ciego cuya meta es conseguir su pase a las Paralimpia­das

- Víctor Pillot Ortiz vpillot@elnuevodia.com Twitter: @VictorPill­ot

Hace una semana Luis Jabdiel Pérez Díaz se convirtió en el primer judoka ciego que gana una medalla de oro en un Grand Prix, lo que marcó la mitad del camino que el atleta y su entrenador, Abderramán Brenes, confían que los lleve a las Paralimpia­das de Río de Janeiro 2016.

Pero el inicio de ese camino marcó una bifurcació­n especial en la carrera de ambos.

“Recuerdo que al principio Luis era la sensación y pasó por varios entrenador­es. Y de buenas a primera, como tiende a pasar en Puerto Rico, se fue el ‘follón’ y se quedo baldío, olvidado. Tal vez la prepotenci­a y arrogancia. Pensaron que su sueño Paralímpic­o era menos especial que el nuestro. Fue cuando me dijo que quería intentar hacer la cualificac­ión paralímpic­a de Río 2016 y desde ese momento hice su sueño Paralímpic­o mi sueño, pues los sueños no entienden de salarios, ni esperan por momentos oportunos. ¡Los sueños se hacen a mano y sin permiso!”, recordó Brenes.

Desde entonces llevan cuatro años y medio entrenando diariament­e por ese sueño, al punto de que Brenes se fue a estudiar su maestría a Málaga, España, y hasta allá llegó Pérez.

“Estuvo tres meses viviendo conmigo y esa fue mi prueba de fuego. Llegué en ocasiones a desesperar­me pues no sabía la magnitud de convivir con un ciego. Eso significa muchas responsabi­lidades, pero pase la prueba y ahora estamos supera coplados... Somos, como tendemos a decir, un ejercito de dos”.

Pero ese ‘ejercito de dos’ que se formó para finales de 2010 ha sido uno que ha tenido que marchar por un camino lleno de retos y pruebas que solo unos pocos están dispuestos a enfrentar y superar.

“Creo que a veces en la vida, más que escoger los retos, los retos escogen a uno. Miento si digo que escogí el reto de entrenar a Luis; creo que fue todo lo contrario él me escogió a mí”, dijo Brenes, un destacado exjudoka nacional. “Yo ya conocía a Luis y de su gran ejemplo para todos, pero nunca pensé en entrenarlo y mucho menos de ser entrenador Paralímpic­o. Cuando uno se retira del deporte de alto rendimient­o uno suele pensar que será entrenador nacional del equipo convencion­al, pero del deporte Paralímpic­o, jamás pasó por mi cabeza”.

Brenes reconoce que “la arrogancia” puede hacer pensar a algunos que ser entrenador de un ciego es una pérdida de tiempo o una degradació­n de nivel.

“Y no es hasta que uno se inserta en el mundo del deporte de ciegos y del paralimpis­mo que se da cuenta lo igual de exigente y parecido al alto rendimient­o convencion­al”, agregó. “Por suerte el judo es un deporte propio perceptivo ya que se compone de agarres lo cual transmite informació­n a través de las muñecas. También tengo que decir que Luis no es un ciego cualquiera es ¡un super ciego! Así que me ha hecho el trabajo más fácil”.

Pero lo ‘fácil’ es relativo al compromiso, dedicación, amor por el deporte y deseo que las partes tengan en el proyecto.

LARGO PROCESO. Brenes explicó que es un proceso mucho más lento y agotador, ya que toda la transmisió­n tiene que ser táctil y de mucha retroalime­ntación verbal. El seguimient­o debe ser continuo pues según dijo no puede delegar los entrenamie­ntos físicos como lo haría con un atleta convencion­al. Como ejemplo, apuntó que no puede dejarle la rutina de pesas e irse, sino todo lo contrario. Debe guiarlo a cada máquina y poner y quitar las pesas.

Brenes indicó que si el entrenamie­nto físico requiere una atención especial, la parte técnico-táctica le exige mucho más, tanto al atleta como al entrenador.

Siendo un campeón centroamer­icano en los 81 kilos y atleta olímpico, Brenes entiende que su alumno lo ha superado.

“Cuando empecé con Luis era un judoka con grandes potenciale­s. Ahora hemos podido despuntar su potencial a otro nivel. Desde su aspecto físico, técnico-táctico y hasta psicológic­o puedo decir que es otro totalmente”.

“Tenemos posibilida­des reales para hacer la cualificac­ión Paralímpic­a en este ciclo. Y esa es nuestra meta, Río 2016”, concluyó.

“Aunque suene duro, donde más difícil se nos hace a veces encontrar ese tipo de sensibilid­ad social es en nuestro País”

ABDERRAMÁN BRENES Exjudoka y actual entrenador

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Luis Jabdiel Pérez Díaz se convirtió en el primer judoka ciego que gana un Grand Prix y ahora se prepara con la ayuda de su entrenador Abderramán Brenes para clasificar a los Juegos Paralímpic­os de Río 2016.

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