Antídotos al impuesto
Durante las pasadas semanas se ha intensificado el debate público sobre una nueva reforma contributiva que establece un impuesto al consumo a través del valor agregado, conocido por IVA, en combinación con una reducción en las tasas de contribución sobre ingresos. Es importante notar que actualmente el sistema contributivo es un híbrido entre los impuestos en contribución sobre ingresos y el consumo sobre el valor y uso, o sea, el IVU.
Este debate pone de manifiesto una máxima de todos los tiempos en cuanto a planificación financiera: ahorrar. Establecer un presupuesto de consumo ayudaría a concienciarnos al momento de consumir y gastar dinero: cómo, cuánto y por qué. Definitivamente, la disminución del malgasto de dinero es el primer antídoto contra este tipo de impuesto.
Por otro lado, aumentar la proporción de nuestro dinero para ahorros de retiro contribuye a que disminuya la propensión de dinero disponible para consumo, a la vez que se que continúa construyendo un futuro mejor. Sin embargo, para estructurar el ahorro para retiro desde el punto de vista contributivo se debe consultar con un asesor debidamente cualificado, pues existe una gama de instrumentos financieros cualificados o no cualificados que tienen implicaciones contributivas y de planificación muy diferentes.
En conclusión, independientemente de aprobarse o no una nueva reforma contributiva, debemos evaluar como individuos en nuestro núcleo familiar las bases de una administración óptima y eficiente del presupuesto mediante la planificación y ahorro. Además, es recomendable consultar con un asesor financiero para diseñar un plan de ahorros para la jubilación y retiro.
El binomio “menos malgasto y más ahorro” dentro de una planificación efectiva y responsable, sigue siendo un antídoto contra el impacto adverso en las finanzas personales y de negocios que tiene cualquier tipo de impuesto sobre el consumo.