Nada se descarta en el accidente aéreo en los Alpes
Un enigma las causas de la caída del avión, pese a encontrarse una primera caja negra, y se pueden tardar hasta meses en reconstruir el cuadro total
PARÍS - Los investigadores del accidente del Airbus A320 en los Alpes dieron ayer dos noticias: la buena, que han recuperado la grabación sonora de lo sucedido en la cabina del avión antes de estrellarse. Y la mala, que siguen sin explicarse qué pudo suceder.
La reputada Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) francesa tiene en su poder “un archivo de audio utilizable” en el que deberían ser capaces de escuchar lo acontecido en el vuelo entre Barcelona y Düsseldorf de la compañía Germanwings, en el que perdieron ayer la vida 150 personas.
El proceso -advirtió el director del BEA, Rémi Jouty- podría llevar “varias semana”" o incluso “meses”, aunque confían en recuperar también la segunda caja negra del aparato, que registra los parámetros técnicos, para completar su labor.
Por ahora, lo único que descartan los investigadores es que el avión explotase en pleno trayecto: “El avión voló hasta el final”, concretó Jouty ante los medios de comunicación.
Sin embargo, las certezas acaban prácticamente aquí.
En una muestra de sinceridad apabullante, en la línea de gran transparencia seguida hasta el momento por las autoridades francesas, el director del BEA reconoció el desconcierto que todavía planea sobre las preguntas clave.
“No tenemos la menor explicación del motivo que llevó al avión a descender ni por qué este no respondió a los intentos de contacto de los controladores aéreos”, reconoció Jouty.
Por eso, al igual que han hecho hasta ahora los responsables políticos franceses, insistió en que “ninguna hipótesis está cerrada” cuando se le preguntó acerca de una supuesta acción terrorista como causa.
Pero el resto de elementos de la investigación que adelantó Jouty solo contribuyeron a sembrar más dudas acerca del suceso.
“La curva de la trayectoria es compatible con la de un avión controlado por pilotos, con la excepción de que no imaginamos que pilotos puedan conscientemente enviar un avión hacia la montaña”, explicó, antes de añadir que esa curva también es compatible con la que podría trazar un piloto automático.
Tampoco las óptimas condiciones meteorológicas ofrecen explicación alguna del momento del accidente, aunque su empeoramiento ha complicado las labores de identificación y rescate de los cadáveres que yacen diseminados en el macizo de Les Trois Échêvés.
La carcasa de la segunda caja negra fue descubierta hoy por los servicios de rescate, pero no su contenido.
El BEA -que está trabajando en cooperación con sus instituciones homólogas en Alemania y España, la Co- misión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC)- también ha abierto pesquisas sobre el historial y la formación de los pilotos, cuya identidad permanece en el anonimato.
Francia, como país fabricante de cajas negras en la empresa Thales y como sede de Airbus, tiene una gran experiencia en la investigación de accidentes aeronáuticos, en los que el BEA es reconocido como una autoridad mundial en la materia.
Mientras tanto, un impresionante dispositivo técnico y humano desafió ayer a la montaña y al clima para acceder a la zona de los Alpes franceses donde desde el martes se extienden los restos del avión que se estrelló.
Nueve helicópteros se relevaron, sin tregua, durante todo el día para llevar hasta la zona a gendarmes, militares, investigadores y forenses, en un auténtico “puente aéreo” que sólo se detuvo con la caída de la noche.
En el lugar trabajan 400 gendarmes y militares, 300 bomberos y muchos investigadores. La vía aérea aparece como la única viable para llegar a la zona montañosa, escarpada, donde los restos del aparato, prác- ticamente pulverizados, se extienden en un área de cuatro hectáreas, al igual que los cuerpos de los 150 ocupantes del vuelo de la compañía Germanwings, todos ellos fallecidos.
Los gendarmes tratan también de establecer una vía terrestre, pero la orografía y el clima juegan en su contra. El terreno escarpado hace prácticamente imposible que se allane el camino para la llegada de vehículos, la única forma que tendrían de sustituir a los helicópteros.
También comienzan a identificar los restos de los fallecidos, aunque por el momento éstos no han sido trasladados del lugar del accidente, algo que se hará en los próximos días.
“Aquí hay tres personas que vamos a ser solidarios (Merkel, Hollande y él) , vamos a trabajar juntos y vamos a investigar
juntos, como nos corresponde como europeos, pero sobre todo como seres
humanos”
MARIANO RAJOY Presidente del gobierno esoañol