Un ciclo que se repite
Las nuevas tendencias y los adelantos en la sociedad conducen en forma repetitiva al olvido de la Historia. Esta amnesia inducida por los factores de ingenuidad y priorización de placeres y deseos personales son los responsables del sufrimiento y la frustración que padece la gran mayoría de una sociedad.
¿Por qué este ciclo destructivo y nocivo es permitido una vez tras otra? ¿Por qué pensamos que los resultados nefastos de decisiones en el pasado no ocurrirán nuevamente? Nos creemos más sabios que nuestros antepasados y más ágiles para dar rienda suelta a todos nuestros caprichos, cambiándoles el nombre y promoviéndolos como una maravilla, como una innovación que nos pone a la vanguardia de los tiempos.
La sabiduría reside en aprender de los errores del pasado y evitar su surgimiento en detrimento de las generaciones emergentes. No nos olvidemos del Imperio Romano, un imperio político y militar extraordinario. Sin embargo con el tiempo su poder fue desvaneciéndose, haciéndose incapaz de mantenerse, derrumbándose después de 500 años de existencia y dominio. ¿Qué factores causaron la caída de este gran imperio? ¿Serán estos factores los que están afectando a la nación americana y por ende a nosotros los puertorriqueños? Veamos algunos de esos factores y reflexiones sobre hacia dónde nos dirigimos.
De acuerdo a los historiadores, en el Imperio Romano la decadencia moral fue uno de esos factores, conocido por su respaldo a todo placer del cuerpo a través de la prostitución y la violencia. Los emperadores Calígula y Nerón llevaban a cabo grandes fiestas donde abundaba la comida y la bebida, y cuya culminación eran orgías entre los invitados.
El segundo factor que se menciona fue la corrupción. Al estar el sistema político compuesto por el emperador, el senado y la guardia pretoriana, eran los militares con fines e intereses personales los que elegían a los emperadores. Con el tiempo el trono se vendía al mejor postor, aunque no tuvieran las capacidades para gobernar al pueblo, creando una desconfianza general del pueblo hacia el gobierno, debido a la debilidad en el liderazgo y la falta de apoyo de los ciudadanos.
En adición, con el aumento en los impuestos para financiar las iniciativas bélicas en la expansión de Roma y la vida corrupta de los emperadores, al pueblo se le hizo incapaz de sobrevivir. El éxodo de la ciudad, por lo alto en el costo de vida, se inicio hacia regiones donde la vida era mas barata. A la vez, al disminuir las conquistas, las entradas al presupuestos fueron mermando, disminuyéndose el valor de la moneda romana. Surgió una tormenta financiera, con la inflación y la disminución del valor del mercado, y los ciudadanos no podían pagar el costo de los artículos, cuyo precio se elevaba sistemáticamente.
Otro elemento en el debacle de Roma fue la falta de protección civil: al reducirse la población civil, los militares disponibles se ocupaban sólo de la protección del emperador y los políticos corruptos, pero al no pagárseles adecuadamente comenzaron a irse también. Como no había protección la caída fue fulminante. Finalmente tenemos que mencionar que las plagas (enfermedades) y la hambruna afectaron constantemente a la población.
Reflexione y evalué si existe alguna semejanza con lo que estamos viviendo en nuestros tiempos, y concluí que seguiremos el mismo rumbo por aferrarnos a caprichos de la imaginación humana descartando el diseño original de Dios para el hombre. Finalizo con unas palabras del apóstol Pablo precisamente en esa época de decadencia del Imperio Romano. “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible”. Salomón escribió: “El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño”. Es de humanos errar, pero de sabios es no repetir los mismos errores.
“La sabiduría reside en aprender de los errores del pasado y evitar su surgimiento en detrimento de las generaciones emergentes”