Pesadilla por edificio abandonado
Delincuentes lo usan para acosar a loiceños
LOÍZA.- Lo que alguna vez fue un importante centro recreativo y de convenciones se ha convertido en una ruina que atrae a delincuentes y sabandijas y provoca dolores de cabeza a una comunidad loiceña vecina.
El otrora centro vacacional de la Unión Independiente Auténtica (UIA), ahora totalmente destrozado y sin seguridad alguna, es punto de partida para maleantes que brincan la verja que lo separa de la comunidad Vistas del Océano para cometer fechorías.
“Yo me paso encerrada. Eso es un problema grande. Ahí se mete la gente a vandalizar, hasta tiros se oyen”, dice preocupada Carmen Cuevas . “Yo me encierro. El perro es quien ladra y me avisa. Pero ahí se han llevado un portón, se llevaron el techo de la piscina, las ventanas, las tuberías”.
A pasos de la casa de Carmen, un vecino optó por levantar un muro de ladrillos, luego que le saquearan sus aires acondicionados. Y no es para menos. Del lado del centro vacacional, la vista es de ruina total.
“Esto era de lujo, esto era un centro de convenciones, un tremendo centro de vacacionar”, lamenta Mara Clemente. “Ahora es una amenaza para las 256 viviendas de nuestra comunidad que colinda con esta propiedad que está toda oscura. Hace dos días se metieron en la casa de una vecina”.
Hace un par de años, añade Clemente otros delincuentes brincaron la verja y asesinaron a un joven.
Ivette Meléndez también recuerda aquel asesinato “al lado de mi casa”, así como los recientes escalamiento.
“A otro vecino aquí, le dejaron la guagua en cuatro bloques y se lleva- ron las gomas. También se llevaron todo lo que tenía adentro”, añadió Luis Dávila de Jesús recordando que un incendio intencional destruyó el edificio del centro de convenciones.
Para acentuar el contraste, al fondo de las ruinas está una paradisiaca franja de playa, bloqueada al público por las estructuras abandonadas.
“Ese espacio es una gran pena que no se le dé uso y se promueva la localización que tiene. Crearía empleos y retomaría el pueblo de Loíza un espacio para promover su rica historia”, dijo Luisa Texidor.
“Mi preocupación es que esa propiedad se convierta en algo útil, y que no vivamos en temor por el vanda- lismo. Aquí la gente se ha mudado por la falta de seguridad”, añadió Edith Verdejo, frente a una de varias casas contiguas a la verja que están vacías.
HABLA EL ALCALDE. El primer ejecutivo de Loíza, Eddie Manso, comentó que está “consciente de la situación y el desespero de los residentes. Y tienen toda la razón”.
Manso añadió que el municipio hace labores de limpieza en la entrada del lugar y la calle junto a la verja, así como en la piscina.
“La UIA ha tratado de venderlo a algún inversionista. Pero no han tenido éxito. Nosotros las herramientas las hemos agotado. Hemos agotado el diálogo. Lo que queda son las herramientas de declararlo estorbo público, y eso está sobre mi mesa”, dijo Manso.
El alcalde señaló que, a raíz del reclamo de los residentes, se reuniría con la UIA y esperaba “que traigan opciones, alguna propuesta”.
Añadió que luego de ese cónclave se reunirá con los residentes para comunicarles el resultado del encuentro con la unión.