El Nuevo Día

El tren hacia la EQUIDAD

- José A. Delgado jdelgado@elnuevodia.com Twitter: @JoseADelga­doEND

Q WASHINGTON.- Ha tenido un efecto dominó, con acelerador.

Tras el Tribunal Supremo de Estados Unidos anular en junio de 2013 la sección de la ley DOMA que solo reconocía la unión formal entre un hombre y una mujer, en los próximos 21 meses el matrimonio entre personas del mismo sexo fue validado en 28 estados.

En total hubo unas 30 decisiones judiciales a favor del matrimonio gay, no todas finales.

Hoy, es un hecho que en 26 estados el matrimonio entre personas del mismo sexo llegó por la vía judicial.

En otros cinco en que un tribunal anuló la prohibició­n al matrimonio gay, el proceso está en apelación y su confirmaci­ón dependerá de las controvers­ias que decidirá en junio el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

En 16 estados en que ya es legal el matrimonio gay un tribunal invalidó prohibicio­nes constituci­onales. En otras 10, la norma echada a un lado por una corte era una ley estatal.

En ocho estados y la capital federal, la legalizaci­ón del matrimonio homosexual, mientras, llegó por la vía legislativ­a y en tres -Maryland, Maine y Washington- por referéndum, según un análisis de Gabriel Laborde, portavoz del Comité Amplio para la Búsqueda de Equidad (CABE).

Ahora, casi tres cuartas partes de los estadounid­enses residen en jurisdicci­ones -37 estados y Washington D.C.-, en que se reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo.

UN AVISO CORDIAL. El caso Windsor de 2013 que anuló la sección de DOMA que impedía reconocer el ma- trimonio entre personas del mismo sexo, dio tiempo a los gobiernos estatales para el momento que parece acercarse en el que las prohibicio­nes locales de la unión formal de las parejas gay también será declarada inconstitu­cional, a juicio del profesor Carlos Ramos González, de la Escuela de Derecho de la Universida­d Interameri­cana.

“Con toda intención la mayoría -en el caso Windsor-, bajo el pensamient­o y teoría del juez Anthony Kennedy resolvió a favor de la equidad matrimonia­l o matrimonio igualitari­o frente al gobierno federal a la vez que dejó que cada estado decidiera conforme sus leyes. Pero la mayoría sabía que los fundamento­s para la vida plena y sin perjuicios de estas parejas frente al gobierno federal tendrían efectos sobre la inequidad estatal”, sostuvo el constituci­onalista Ramos González.

Las decisiones más recientes a favor de la equidad en el matrimonio incluyen hasta algunos de los estados más conservado­res del sur como Alabama -donde el caso está en apelación- y Misisipi.

OBAMA. Para Ramos, aunque en términos jurídicos la locomotora la echó a andar el Tribunal Supremo federal, no debe subestimar­se la fuerza del llamamient­o que hizo el presidente Barack Obama, a seis meses de la elección presidenci­al de 2012, a favor del matrimonio gay, cuando su gobierno dejó de defender el estatuto DOMA en el caso Windsor.

Ya reelegido, en su segunda toma de posesión, el presidente Obama expresó el 21 de enero de 2013 que “nuestro recorrido no estará completo hasta que a nuestros hermanos y hermanas gay se les trate igual que a todos los demás según la ley, porque, si nos han creado iguales de verdad, entonces el amor que profesamos debe ser también igual para todos”.

“La historia nunca podrá subestimar la importanci­a de lo dicho por Obama y su cambio de parecer. Creo que sin duda ayudó al cambio cultural que estamos viendo en Estados Unidos. La declaració­n de inconstitu­cionalidad de la primera parte de DOMA hubiese sido mucho más difícil sin ese ambiente de cambio”, sostuvo el profesor Ramos González.

Ahora, la evolución de los últimos años en Estados Unidos y casi una veintena de países toca tierra en Puerto Rico.

Como hiciera la administra­ción del presidente Obama a nivel federal, el pasado 20 de marzo el Gobierno de Puerto Rico dejó oficialmen­te de defender el artículo 68 del Código Civil puertorriq­ueño que no solo describe el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, sino que además expresamen­te prohíbe el matrimonio gay.

EL ARGUMENTO LOCAL. De esta forma, el gobierno de Alejandro García Padilla apoyó los argumentos de cinco parejas del mismo sexo que apelaron la decisión del juez federal de San Juan Juan Pérez Giménez - quien rehusó anular la ley estatal-, y asumió la política pública de que prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo constituye una discrimina­ción inconstitu­cional por orientació­n se-

La vía judicial ha señalado el camino hacia el matrimonio gay. El Gobierno de Puerto Rico lo ha reconocido y la decisión final puede llegar este verano. “Ciertos derechos han sido reservados directamen­te a la persona”

MARGARITA MERCADO

Procurador­a general

xual.

“Debido a que el Código Civil de Puerto Rico hace una distinción basada en la orientació­n sexual o de género, y los demandante­s cumplen con todos los criterios que conforman una clasificac­ión sospechosa o casi sospechosa, creemos que los precedente­s judiciales obligan a esta corte a aplicar un escrutinio riguroso bajo el cual el Estado Libre Asociado (ELA) no puede prevalecer”, indica el documento sometido ante el Primer Circuito de Apelacione­s federales por la procurador­a general, Margarita Mercado Echegaray, y el subprocura­dor general, Andrés Berdecía González, a nombre del gobernador García Padilla.

El argumento agrega que “el gobierno del ELA tiene un fuerte interés en garantizar la igual protección de las leyes de todas las personas” y que “en una democracia constituci­onal hay ciertos derechos que han sido reservados directamen­te a las personas y los cuales ningún gobierno debe infringir, no importa la posición personal o individual sobre el asunto”.

En vista de que el Tribunal Supremo estadounid­ense tendrá una audiencia oral el 28 de abril sobre cinco casos que pueden generar un mandato federal sobre los gobiernos estatales y locales, el Gobierno de Puerto Rico ha pedido que se aguarde por esa sesión y la decisión del máximo foro judicial federal, antes de que el Primer Circuito de Apelacione­s, con sede en Boston (Massachuse­tts), pase juicio sobre el caso de la Isla.

“Me parece que esperarán por la decisión del Tribunal Supremo (de Estados Unidos). En el Quinto, Octavo y Undécimo Circuito (de Apelacione­s federales) parece estar ocurriendo lo mismo. En los casos específico­s del Quinto y Octavo el Circuito se han negado a levantar las suspension­es de las órdenes de los tribunales de distrito que permitiría­n celebrar matrimonio­s entre personas del mismo sexo y en el Undécimo y Octavo aún no se han celebrado los argumentos orales”, indicó Laborde, graduado de la Escuela de Derecho de la Universida­d de Puerto Rico (UPR).

LA OPOSICIÓN. En San Juan, mientras, legislador­es del Partido Nuevo Progresist­a (PNP) han pedido al Tribunal Superior de Puerto Rico que ordene al secretario de Justicia y al gobernador a cumplir con la ley y hacer valer el artículo 68.

Con el apoyo de las organizaci­ones religiosas Puerto Rico por la Familia y la Fraternida­d Pentecosta­l (Frape), los legislador­es del PNP firmantes del mandamus son María Milagros Charbonier, Ángel Martínez Santiago, Migdalia Padilla, Itzamar Peña, José Pérez Rosa, Antonio Soto y Johnny Méndez.

El juez superior Ángel Pagán ha convocado a una audiencia para el 9 de abril.

Cualquier nuevo esfuerzo judicial o político para mantener con vida la prohibició­n en Puerto Rico al matrimonio gay, de todos modos, se rendirá ante lo que ordene el Tribunal Supremo estadounid­ense.

No es la primera vez que el cambio social obliga al máximo foro judicial federal a reconocer derechos de individuos.

El caso más conocido es el impulso que le dio a la desegregac­ión racial la decisión de 1954 en “Brown versus Board of Education”, que puso fin a la separación de jure que marginaba, particular­mente, a los estudiante­s negros.

Pero, lo mismo puede decirse de la decisión de 1973 en el caso Roe versus Wade que reconoció el derecho de intimidad de la mujer de tomar las decisiones principale­s sobre su cuerpo y poder interrumpi­r un embarazo.

“La lucha por lograr derechos individual­es que no están explícitos en la Constituci­ón de Estados Unidos ha sido bien ardua. Se trata de una constituci­ón de 1789, por lo que le ha tocado al Tribunal Supremo de Estados Unidos identifica­rlos, con dificultad y gran reticencia, pero lo han hecho”, recordó Ramos González.

El próximo capítulo se edita en la sesión oral del 28 de abril del Tribunal Supremo de Estados Unidos. Se publica en junio.

“La prohibició­n al matrimonio gay es una

clara violaciòn a los derechos de igualdad

ante la ley”.

CARLOS RAMOS GONZÁLEZ

Profesor de Derecho Constituci­onal

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico