La vida del papa Francisco
Un libro sobre el sumo pontífice escrito por una conocida suya que también es su compatriota
Se trata del papa más popular de la historia reciente, un hombre que desde su elección misma dio al traste con lo que se espera de un sumo pontífice de la Iglesia Católica. Argentino de nacimiento, simpático en su trato, “normal” en sus costumbres (usa el transporte público, camina por las calles como cualquier hijo de vecino, habla con palabras llanas, conoce las necesidades de la gente común), Francisco empezó su pontificado de manera revolucionaria, tomando el nombre de Francisco, el pobrecito de Asís.
Pero ¿quién es, realmente, Jorge Bergoglio? ¿Cómo era su familia, cómo se crió, qué clase de sacerdote, obispo y cardenal fue? ¿Cuál es su posición frente a los asuntos espirituales y materiales sobre los que tiene ahora que pronunciarse?
Este libro contesta algunas de esas preguntas, pero no todas. Empieza con el cónclave que eligió a Francisco el 13 de marzo de 2013. Benedicto XVI había renunciado debido, en parte, a los escándalos de corrupción en el Vaticano (conocidos por los “Vatileaks” o filtraciones de información a la prensa, incluyendo cartas y notas cursadas entre él y su mayordomo, Paolo Gabriele). La autora contrapuntea eficazmente la tensión del cónclave con las acciones y reacciones del propio Bergoglio, cada vez más consciente de que la elección recaería sobre él.
Luego, tras un recuento sucinto de la infancia y juventud de Bergoglio en el seno de una familia de inmigrantes italianos que continuaba hablando el dialecto piamontés de sus orígenes en la Argentina, Piqué sigue la trayectoria del joven que entra en la orden jesuita en 1958. Ordenado sacerdote en 1969, después de hacer su profe- sión final en 1973 fue nombrado a varios puestos importantes, culminando con el de provincial de la orden en la Argentina, nombramiento hecho por el padre Arrupe, General de los jesuitas.
No se explica bien aquí, sin embargo, la naturaleza de los problemas que aparentemente tuvo con la orden entre los años 1980 y 1992, sufriendo una especie de destierro a la provincia de Córdoba al final de ese período. De ese “exilio” lo rescató el arzobispo de Buenos Aires, Antonio Quarracino, logrando que el papa Juan Pablo II lo nombrara obispo auxiliar. Empieza entonces una nueva carrera ascendente que culmina en el 2001 al ser nombrado cardenal. Lo demás es historia.
El espíritu de servicio parece haber sido la nota definitoria de Bergoglio, junto con el énfasis en la misericordia. Se ha distinguido también como defensor del diálogo interreligioso, con inclusión de judíos y musulmanes. “No privaticemos el Evangelio” ha dicho “Si no lo compartimos con otros es porque no lo entendemos”.
El último tercio del libro versa sobre Bergoglio como papa y su manera de enfrentar los problemas del Vaticano, además de situaciones como la surgida con un grupo de monjas estadounidenses acusadas de promover un feminismo radical.
A pesar de que el libro cubre los hitos importantes de la vida de Bergoglio, quedan muchas interrogantes. Como buena periodista, Piqué maneja muy bien la actualidad. No resulta ser, sin embargo, tan buena historiadora. Organiza el material como si se tratara de una serie de artículos periodísticos (lo cual propicia las repeticiones) y no como una narración con una estructura que permite conocer mejor al biografiado. Hay poca investigación que provea contextos adecuados para las situaciones expuestas. El relato depende mucho de artículos de prensa y testimonios de amigos y conocidos del papa (también de enemigos, en ocasiones), pero –salvo por algunas citas- no hay testimonios directos de Francisco, a quien no se entrevistó.
Episódica y anecdótica, repetitiva, la narración salta en el tiempo y el espacio sin exponer adecuadamente los contextos en los que Bergoglio actúa como sacerdote, obispo o papa. Con todo, algo nos dice sobre él; algo nos acerca a su persona y a su carácter. Y nos abre el apetito de saber más sobre este hombre complejo, comprometido y valiente que es el papa actual de la Iglesia Católica.