Michelle Franqui Baquero, CamuyCoop
Por alguna razón desconocida, las féminas no ocupan con frecuencia puestos gerenciales en el mundo de las cooperativas.
Michele Franqui es una de las excepciones. En 1998, fue nombrada presidenta ejecutiva de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Camuy, convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar ese cargo en los 44 años que llevaba fundada esa institución y el primer cambio que ocurría en la presidencia en los últimos 20 años.
Franqui entró a laborar a tiempo parcial como cajera en la Cooperativa, mientras tenía otro empleo y completaba sus estudios. Al terminarlos, se quedó a laborar a tiempo completo y comenzó a moverse por todos los departamentos de la organización camuyana.
“Mis supervisores eran varones, pero tuve la ventaja de entrar en una organización que no discrimina. No obstante, yo sentía que, como mujer, tenía que triplicar mi esfuerzo para probar que podía desempeñarme en mis funciones”, comentó Franqui.
La presidenta ejecutiva posee un grado asociado en Administración de Empresas, un bachillerato en Pedagogía de la Universidad de Puerto Rico en Utuado y una maestría en Gerencia y Liderazgo Estratégico de la Universidad del Este.
Tras 11 años de carrera en la Coo- perativa, y sin haber solicitado el cargo, la junta de directores -compuesta por dos féminas y siete varones- la nombró Presidenta Ejecutiva de Camuy Coop.
La entrevistada dijo que aceptó el reto sin temor, pero sabiendo que la tarea no sería fácil. En ese momento, la Cooperativa tenía en construcción una nueva sucursal, trabajaba con el cierre de sus estados financieros y con la transición administrativa.
“Había mucha tensión, y no tenía espacio para fallar. En el pueblo, muchos apostaban a mi fracaso, era como una figura pública y decían que esa ‘muchachita’ no duraría mucho en el puesto, que venía a arruinar los logros de tantos años de la cooperativa. Fue arriesgado porque las cooperativas viven de la confianza de los socios”, manifestó.
El apoyo de su familia y de los empleados le daban la fortaleza emocional que necesitaba. Como presidenta ejecutiva, se enfocó en desarrollar planes a corto, mediano y largo plazo, y a maximizar el talento humano que había en la institución.
Los primeros tres años fueron bien fuertes. Cambiar la cultura empresarial tomó tiempo, hasta que logró transformar el estilo administrativo y estableció su propia marca.
“Hoy, tengo el apoyo extremo de un pueblo y del movimiento cooperativo”, expresó con orgullo Franqui.
Sus ejecutorias hablan por sí solas: de $74 millones que tenía la Cooperativa en 1998, hoy tiene más de $195 millones; y de 14,200 socios, hoy cuenta con unos 70,000.
En el 2014, CamuyCoop fue la primera Cooperativa de Ahorro y Crédito en entrar al selecto grupo de Mejores Patronos de Puerto Rico.
Además, esta Cooperativa ha obtenido las mejores calificaciones en los parámetros de capital, activos, economía y liquidez; y durante ocho años consecutivos, ha sido reconocida por su excelencia administrativa por la Corporación para el Financiamiento Empresarial del Comercio y de las Comunidades (Cofecc).
Atrás quedaron las dudas sobre si podía brillar en el cargo, y agradece a su esposo las palabras de aliento que le da, así como a sus hijos y a sus padres por estar siempre a su lado.