Marilina Lucca Wayland, Inter Metro
Rectora del recinto metropolitano de la Universidad Interamericana
Todo lo que ha obtenido, aseguró, ha sido por sus propios méritos. Jamás ha pedido ascensos, pero tampoco los ha rechazado cuando se los han ofrecido. Eso sí, siempre ha exigido igualdad en el salario de la persona que ocupaba el puesto antes.
Ella es Marilina Lucca Wayland, rectora del Recinto Metro de la Universidad Interamericana desde hace 10 años. “Soy rectora en la Universidad Interamericana desde hace 25 años. Primero en Ponce, luego en Bayamón y, desde el 2004, en la Metro”, manifestó.
Lucca estudió un bachillerato en Matemáticas en la Universidad de Puerto Rico. Luego, hizo una maestría en Ciencias con concen- tración en Matemáticas, en Lousiana State University.
“Cuando estudié la maestría, no había casi mujeres en esa disciplina - Y todavía, hoy en día, no hay muchas mujeres estudiando estas disciplinas a nivel graduado. A veces, yo era la única mujer y la única puertorriqueña en un curso, era doblemente minoría”, subrayó la rectora.
Luego de terminar de estudiar regresó a la Isla, casada con un norteamericano de Kansas.
“Me fui a trabajar de profesora de Matemáticas en la Interamericana de San Germán. Ahí empecé a hacer trabajos administrativos. Fui directora del Departamento, decana asociada y ayudante ejecutiva del rector. Estuve en San Germán 10 años”, contó.
Según Lucca, al cabo de ese tiempo, la invitaron a ser rectora en Ponce. Para ella, eso fue un verdadero reto. Vivía en Mayagüez con su esposo y sus dos hijos. De aceptar el puesto, ellos tenían que relocalizarse con ella en Ponce. Afortunadamente, la respaldaron y se fueron a vivir todos a la Ciudad Señorial.
Luego de ocho años, le asignaron la rectoría en Bayamón. Nuevamente, Lucca aceptó el desafío. Ya sus hijos estaban en la universidad y su esposo estuvo de acuerdo. Él vivía en la residencia oficial de la familia, en Mayagüez, y venía a verla los fines de semana.
“El reto de Bayamón era implementar una nueva misión, estábamos estrenando nuevas instalaciones. Yo nací y me crié en Bayamón; así que allí me sentía como pez en el agua”, reconoció.
A los siete años de estar en Bayamón, la designaron rectora en el recinto metropolitano.
“Metro es como la meca. Es el recinto más grande y complejo del sistema. Yo me sorprendí de que me nombraran, me sentí honrada”, aseguró la académica.
Aclaró que nunca solicitó que le otorgaran ninguno de esos puestos. “Me gustaría pensar que es que lo he hecho bien”, añadió.
Sobre este particular, Lucca dijo que, siempre, ha aceptado los puestos, exigiendo la misma paga que se le daba al que la ocupaba anteriormente. Planteó que, como mujer, nunca he tenido problemas de discriminación en el trabajo y menos por salario.
“Siempre he estado atenta a las diferencias que hay en las oportunidades que existen para las mujeres en general. Y he visto que, aunque las escalas salariales muchas veces están establecidas para los puestos, no importa que sea un hombre o mujer, el problema está en que la mayoría de las mujeres no llegan a ocupar los puestos más altos”, recalcó Lucca.
Argumentó que, si la mujer no llega a ocupar estos puestos más altos, en parte, se debe a los compromisos personales y familiares que estas tienen. Dijo que, por lo general, la sociedad le da a la mujer unos roles, y esos mismos, muchas veces, les impiden aceptar algunos de esos retos.
“Una vez entras a un trabajo de este nivel, trabajas más de ocho horas al día y los fines de semana. No tienes hora de entrada ni de salida. He visto a muchas mujeres en estos puestos altos que o se divorcian o renuncian para poder balancear sus responsabilidades. Yo, afortunadamente, me siento dichosa porque he podido responder a la responsabilidad que requiere este puesto, pues he contado siempre con el apoyo de mi familia”, puntualizó.