Maritza Abadía, Banesco
Maritza Abadía platicó con Negocios por espacio de una hora, y la palabra crisis no salió de su boca una sola vez.
Más bien, expresiones de optimismo y posibilidad dominaron la conversación.
Tal vez, por ello y al cabo de 30 años de éxitos en Citi, Abadía se convirtió en la primera mujer en ocupar la posición de
country manager en el conglomerado bancario Banesco y asegura que la experiencia ha sido extraordinaria.
“Tuvimos que hacer unos ajustes, pero ya vemos resultados”, dijo Abadía, quien dirige la operación de Puerto Rico desde hace unos dos años y medio.
Aunque pocos lo saben, Banesco ha hecho negocios en Puerto Rico por unos 16 años. Es el principal banco comercial de Venezuela y su huella geográfica ya alcanza 15 países.
Abadía explicó que la operación, sin embargo, estaba dirigida a prestar servicios financieros a otros países, pues se trataba de una entidad bancaria internacional (EBI).
TRANSFORMACIÓN SILENTE. Hace unos cuatro años, justo cuando el sector bancario de la Isla quedaba estremecido por la consolidación forzada por los reguladores, Banesco cambió su modelo en Puerto Rico, una vez el conglomerado bancario venezolano estableció operaciones en el estado de la Florida.
“Este mercado es muy particular y hay que entenderlo porque aquí si hay mucha oportunidad”, dice Abadía, al relatar el momento en que le reclutaron.
Desde entonces y sin mucho ruido, Abadía ha sido responsable de la transformación en Puerto Rico.
“Hemos avanzado, pero ha sido poquito a poquito, cliente a cliente”, indicó la banquera.
En 30 meses, Banesco ha crecido su base de clientes en 300% y su base de depósitos en 200%. Este año, la cartera de préstamos debe crecer otro 25%.
Negocios preguntó si esa meta es posible en medio de una tempestad fiscal y una economía en contracción y Abadía respondió de inmediato en la afirmativa.
LOS LÍDERES MARCAN EL PASO. Luego de la transformación forzada de la banca local, muchos clientes comerciales dicen haberse convertido en un número más.
Según Abadía, hubo clientes que aún siendo cumplidores perdieron sus líneas de crédito o experimentaron cambios en sus relaciones bancarias. “Hubo negocios que estuvieron a punto de perder su viabilidad”, indicó la banquera.
De aquí, que en estos tiempos, Abadía sorprenda a muchos cuando contesta su celular directamente. También ha cautivado a otros tantos cuando en la misma llamada telefónica concerta el día y hora para un encuentro personal.
“Es que ofrecer un servicio personalizado significa eso, estar disponible y si yo estoy disponible el equipo también va a hacer lo mismo”, sostuvo la banquera.
La fórmula parece ser la correcta, pues Abadía describe a Banesco como un banco sano, sin exposición a préstamos de gobierno y tampoco en hipotecas. “Manejar esos activos toma muchos recursos. Como no tenemos esas exposiciones, podemos dedicar tiempo a cultivar nuevos clientes”.
La buena gestión ha permitido que los préstamos se aprueben en Puerto Rico y que puedan otorgarse préstamos sindicados hasta $50 millones con Panamá, una alternativa que según Abadía, puede ser la puerta para empresas que interesen exportar desde la Isla.
A preguntas de Negocios en torno a al escaso número de mujeres en altos puestos directivos en la banca, Abadía sostuvo que resulta en una contradicción, pues la mayor parte de la fuerza laboral en el sector son mujeres.
Sin embargo, la banquera no adjudica la disparidad necesariamente a la organización y tampoco cree una posición de liderato está vinculado con ser hombre o mujer.
En su caso, Abadía dice que siempre se vislumbró dirigiendo una institución bancaria.
“Nosotras tenemos otros roles y tal vez, ocupar cargos de más responsabilidad no es la prioridad. No veo mi cargo desde el ángulo de ser hombre o mujer porque creo que avanzar y alcanzar el éxito depende de la dedicación, del compromiso y del esfuerzo de la persona”, subrayó.