Atinada iniciativa ante el maltrato a animales
La proliferación de casos de maltrato hacia animales reclama iniciativas que combatan, con educación y con la aplicación de la ley, esta desgarradora modalidad de la violencia, claramente asociada al deterioro de la salud mental el cual es un fenómeno que
De ahí la importancia de la alianza suscrita entre la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos y el Departamento de Justicia local, para disminuir la enorme cantidad de animales callejeros, combatir el maltrato y llevar a cabo esterilizaciones masivas, todo en un denodado esfuerzo capaz de elevar nuestra calidad de vida.
Por muchos años, en Estados Unidos han repercutido las noticias sobre los problemas que enfrenta la Isla con la sobrepoblación de animales realengos, así como los hechos puntuales de maltrato. La masacre de animales en Barceloneta, acaecida en octubre de 2007, causó allá semejante horror al que causó en Puerto Rico.
Más tarde, en 2010, fue el documental “100,000” que se exhibió en las televisiones públicas de Estados Unidos y otros catorce países y que sirvió como documento descarnado para divulgar la situación en la Isla. En 2012, la figura televisiva conocida como “el encantador de perros”, César Millán, se refirió al cruel panorama de la playa Lucía en Yabucoa, ahora tristemente célebre como “Dead Dog Beach”, como el mejor ejemplo del trato que recibían los perros en Puerto Rico.
El incesante goteo de noticias de maltrato animal, que estos días daba cuenta de un caballo descuartizado en Rincón, o del abandono de un perro, del que presuntamente es responsable el diácono de una iglesia de Caguas, es sólo parte de un espectáculo peor que deben enfrentar, quieran o no, los turistas que nos visitan. Jaurías de perros enfermos o golpeados son parte del paisaje que contemplan cuando se dirigen a los hoteles, sobre todo los que se encuentran fuera del área metropolitana, y eso hiere la sensibilidad de muchas personas que entonces deciden no repetir la experiencia.
A oídos de los miembros de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos ha llegado esa situación, ya que el propio César Millán denunció que el 97% de los animales de los refugios de la Isla terminan sacrificados. En otras palabras, el Estado mata a la casi totalidad de perros y gatos que recoge.
La magnitud de ese trato inhumano queda evidenciada por el nivel de la inversión que ahora se anuncia: $600,000 que dicha Sociedad Protectora destinará al adiestramiento de agentes (federales y estatales); el traslado de personal especializado a la Isla; la creación de campañas educativas, y la compra de equipo para detectar las señales de maltrato.
Sólo hay que recordar los problemas judiciales que surgieron en el manejo del caso de una perra maltratada en el sector El Yeso, en Ponce, el pasado febrero. Los policías que fueron a rescatarla tuvieron que entregar el cadáver del animal a su dueño, por órdenes de la propia jueza.
Se supone que la colaboración de Justicia ayude a mitigar fallas y lagunas que tiene el sistema y consiga armonizar todas las piezas de un engranaje complejo: desde el primer eslabón, que son los agentes que intervienen en el lugar donde se comete el maltrato, hasta el último, que son las salas judiciales.
La alianza también permitirá abrir una vía por mucho necesaria: la esterilización masiva de perros y gatos. Todo lo que evite que los animales se reproduzcan, al facilitar el acceso de esos servicios a los dueños de mascotas que no tienen recursos, que viven aislados o que, por desconocimiento, hoy permiten que procreen, tendrá buen resultado.
Es un paso de avance esta iniciativa y esta voluntad de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos y el Departamento de Justicia local, pues atiende un tema ineludible para una sociedad moderna y sensible.