Seguridad y salud como prioridad
En CEMEX tenemos muy claro que nada es más importante que la integridad física de nuestros empleados, contratistas, clientes y todo aquel que se relaciona con las actividades de nuestro negocio. Es por esto que los programas de Seguridad y Salud toman prioridad en nuestra agenda diaria de negocio.
Como recientemente lo declaró nuestro director general, Fernando González, la seguridad es más que un objetivo, es una responsabilidad moral para cada persona que dirige la organización. Ningún resultado financiero, operativo, comercial, puede estar por encima de garantizar la integridad física de nuestro personal.
La tarea no es fácil y desarrollar el tema en una columna es complicado por lo extenso y profundo del mismo.Por esto que me enfocaré en dos aspectos que en mi opinión son fundamentales y que están contenidos en la siguiente “ecuación” que busca resumir lo que se requiere para alcanzar excelencia en seguridad:
Excelencia en Seguridad = Liderazgo + Cultura + Sistemas; es en Liderazgo y Cultura donde quiero desarrollar las ideas.
Cuando eres líder de una organización estás en una posición singular, ya que si bien hay otras personas, como los profesionales y expertos de las áreas de seguridad que pue- den ayudarte a administrarla, solo tú tienes el nivel de influencia y autoridad que puede impulsar cambios rápidos y sostenibles. Tu liderazgo no se puede delegar, recuerda que la gente te está observando así que no escatimes esfuerzos, inclusive exagera.
Como ejemplo les describo lo que un colega responsable de una operación en Europa me dijo hace poco tiempo sobre este tema: “Mira te vas a dar cuenta cuando realmente cambiaste de “chip” cuando te subas a un avión y le pongas atención al vídeo de medidas de seguridad que se ofrece al inicio del vuelo”.
Ese vídeo que has visto ya en muchas ocasiones, que normalmente ignoras porque sabes de qué se trata, pero como dicen que “el diablo está en los detalles”, quizá en ese vuelo, saber exactamente cuál salida de emergencia está más cerca de tu lugar e inclusive repasar cómo reaccionar y dirigirte a ella en caso de accidente, te salve la vida. Este mismo colega, cada vez que tenemos una reunión de trabajo en sus oficinas, antes de iniciar, repasa las instrucciones de evacuación en caso de incendio. Algo que quizás ha hecho cientos de veces, pero no escatima esfuerzo, exagera. En resumen, predica con el ejemplo y empieza con lo básico.
La comunicación es un elemento clave para ejercer un buen liderazgo en general, pero especialmente en temas de seguridad. Es importante que busques oportunidades para tener conversaciones cara a cara y “en campo” con tus empleados. Programa recorridos por tu planta de manufactura, oficina, centro de distribución, obras de clientes, y habla con la gente que te encuentres. Pídeles que te describan sus funciones y los principales riesgos que conlleva la actividad que realizan. Si aplica el caso, cuestiónalos sobre las herramientas y equipo de protección personal que deben utilizar. Diles que a ti te preocupa su seguridad y la de sus compañeros, pídeles que te den ideas de cómo pueden mejorar y hazlos parte del proceso.
El liderazgo no se ejerce desde la oficina y a través de correos electrónicos o medios sociales. Estos son importantes pero no sustituyen la cercanía que puedes ejercer con conversaciones en vivo con la gente.
De igual forma, prueba utilizar el desarrollo de historias como herramienta de comunicación. Suelen ser muy valiosas para “aterrizar” los conceptos y más importante, tocar la parte emocional del colega. Háblales de algún caso que conozcas bien en donde una persona se vio lastimada o inclusive perdió la vida por incurrir en un comportamiento riesgoso. Probablemente en tu vida profesional o personal has enfrentado algún incidente. Lo importante es ponerle “cara” al gran costo que representa un accidente incapacitante o peor aún, una fatalidad. Costo que no se paga con dinero y que es irremplazable e insustituible.
Pasando al segundo elemento de la “ecuación”, que es Cultura, y que se compone de creencias, comportamientos, percepciones, hábitos, entre otros, me enfocaré en la naturaleza del comportamiento del ser humano en materia de seguridad.
Dupont, líder mundial en temas de seguridad, ha desarrollado un concepto denominado la Curva Bradley. Es una gráfica de dos ejes en donde el eje “y” grafica el índice de lesiones, y en el eje “x” se muestran las cuatro etapas por la que pasa una organización conforme va alcanzando madurez en lo relativo a seguridad. La curva es descendiente conforme pasa por las cuatro etapas, que son: Reactiva, Dependiente, Independiente e Interdependiente. Al llegar al cuarto nivel, las organizaciones pueden lograr el objetivo fundamental que es cero accidentes.
Para describir las etapas voy a poner como ejemplo el uso del cinturón de seguridad. En la Reactiva, el individuo actúa por instinto y la tendencia natural sería: “yo no uso el cinturón porque a mí no me va a ocurrir un accidente. El cinturón me incomoda.” En la Dependiente, el individuo usa el cinturón porque el jefe o la ley se lo exigen. Está obligado a seguir reglas, el supervisor controla, el trabajo es condicionado. En la Independiente, la persona utiliza el cinturón porque está convencido del valor que tiene el utilizarlo. Lo usa porque sabe que le puede salvar la vida.
Finalmente, en la etapa Interdependiente, la persona no solo se preocupa de utilizar el cinturón por su propio bien, sino que se preocupa también porque sus compañeros lo hagan. En este momento existe la madurez en el equipo de trabajo para dar y recibir observaciones sobre comportamientos inseguros o bien condiciones inseguras. Entre el personal hay consciencia de la importancia de cuidarse los unos a los otros.
El tener consciencia de estas etapas y diseñar programas enfocados a facilitar en “tránsito” de la cultura de una organización por ellas hace la diferencia.
En CEMEX llevamos años convencidos que el objetivo de lograr CERO accidentes incapacitantes y fatalidades es real y alcanzable. Lo hemos logrado ya en varias operaciones a nivel mundial. Como organización global seguimos persiguiendo el “Zero 4 Life”. Estoy seguro que será pronto.
Ahora bien, por desgracia o por fortuna, hay que decir que el desempeño en seguridad “no tiene memoria”. Lo que lograste el ciclo anterior, puede perderse fácilmente. De igual forma, puede haber cambios positivos en plazos cortos. Por eso hay que ser constantes, no se puede bajar la guardia, y ¡dependerá en gran medida del liderazgo que tú ejerzas!