Dentro de las entrañas de un cazahuracanes
La especializada aeronave estuvo disponible para recorridos guiados ayer
El aeropuerto de Isla Grande recibió ayer a cientos de personas para conocer el avión cazahuracanes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, una pieza vital en la meteorología pues vuela directo al ojo del ciclón para analizarlos de manera que la ciudadanía pueda prepararse a tiempo para cualquier azote.
Los portones de un área de la pista del aeropuerto abrieron un poco después de las 10:00 a.m. y hasta las 4:00 p.m. los asistentes pudieron entrar al avión modelo WC-130J de color gris, que opera durante la temporada de huracanes que corre desde junio has- ta noviembre.
Su avanzada tecnología permite a la tripulación recoger, en cuestión de horas, información de un huracán mucho más precisa que los radares y satélites, según Jon Talbot, jefe meteorólogo del escuadrón del avión.
“Ningún otro país cuenta con este tipo de avión, que es bien importante porque los satélites te pueden dar un marco bueno de un huracán pero no pueden saber qué está pasando en la superficie del mar con esos vientos que causan daño”, dijo.
Estas naves especializadas operan desde 1943 analizando la circulación del ciclón, la presión, los vientos, y la humedad. Esa información pasa al Centro Nacional de Huracanes en Miami que hace sus pronósticos.
Si este tipo de aeronave no existiera, “los pronósticos sobre la trayectoria y la intensidad del fenómeno atmosférico serían bastante malos”, opinó Roberto García, director del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan. Y es que los huracanes deben ser monitoreados porque pueden intensificarse rápidamente.
Talbot recordó que en 1995 hubo un sistema que se dirigía por el Golfo de México hacia el norte de la Florida. El avión cazahuracanes voló ese día y observó un huracán Categoría 2, pero en horas de la noche el fenómeno se intensificó rápidamente a Categoría 5, el de mayor intensidad.
“Las personas cuando se levantaron en la mañana no esperaban tener un huracán tan fuerte acercándose a pocas horas. La población del área de Pensacola entró en pánico, se tiraron a las avenidas para poder salir, causando fuertes tapones. Afortunada- mente la tormenta se debilitó antes de llegar, pero eso demuestra la importancia del cazahuracanes. Este avión fue la primera señal de que esa tormenta se estaba intensificando”, dijo Talbot, al agregar que tener esa información de antemano ayuda a minimizar los costos del gobierno ante el impacto de estos fenómenos.