Logro ambiental que debe marcar la ruta
La reconversión de un terreno baldío en el Bosque Urbano Los Filtros, en Guaynabo, traza una línea de recuperación ambiental y colaboración entre agencias y comunidades que debe ser tomada como modelo para que iniciativas similares germinen y se reproduzc
Mediante un acuerdo firmado entre la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, dueña de los terrenos, y el Departamento de Recursos Naturales, ha cuajado finalmente el traspaso para que esta última gestione el manejo del bosque en alianza con la comunidad, organizada bajo el Comité Cívico Los Filtros.
Ha sido, precisamente, la tenacidad de los vecinos, que desde hace años insistían en la recuperación del lugar, hábitat de importantes especies de la fauna y la flora, lo que ha llevado a que se materialice el proyecto, bueno para la salud de los seres humanos que viven en los alrededores, y esperanzador en términos del ejemplo al País, ya que da lugar a la protección de plantas y animales, y contribuye a la estética general del área.
El nuevo bosque cuenta con más de seis cuerdas de terreno donde antiguamente estuvo ubicado el Observatorio Magnético de San Juan, y se espera que en el futuro, cuando sea acondicionado por completo, pueda ser visitado por el público, lo que servirá de referente vivo para proyectos similares.
La filosofía del rescate de terrenos baldíos, erradicando focos de decadencia y ruina en las zonas urbanas, es una práctica extendida en muchos países del mundo, y en Puerto Rico hay un filón de inagotables posibilidades. En el caso del Bosque Urbano Los Filtros, el área es de considerable tamaño, pero a escala más reducida, en otras zonas, podría intentarse la rehabilitación de espacios hoy perdidos y descuidados.
La tendencia es ésa: aprovechar la tierra y crear áreas verdes frondosas, si es posible pequeños bosques, y de no poderse tanto, al menos plantar árboles frutales y desarrollar huertos caseros. En esto, como en todo, la educación y el estímulo a la gente es esencial.
La noticia del acuerdo sobre el Bosque Urbano Los Filtros coincide con una nueva promesa de que el Plan de Uso de Terrenos, está prácticamente listo para la firma del gobernador Alejandro García Padilla y su adopción inmediata como eje de la planificación y el desarrollo de Puerto Rico. Recordemos que el plan ha tenido una agotadora gestación de once años, durante los cuales ha habido todo tipo de obstáculos, derroche de tiempo y dinero y, sobre todo, posposiciones innecesarias, probablemente por presiones de intereses creados.
Para muchos sectores, el Plan de Uso de Terrenos es la única herramienta capaz de enderezar el rumbo anárquico que, en cuestión de clasificación territorial y protección de los recursos naturales, ha padecido el País. A través de ese documento podrían identificarse otros posibles pulmones verdes para las zonas metropolitanas, tal como ha sido el caso del Bosque Urbano Los Filtros.
Cuando se habla de reformas y cambios, que es un tema prácticamente cotidiano en los momentos que vivimos, a menudo se olvida que las ideas originadas en grupos comunitarios y vecinales, muchas veces son las que desatan la necesaria acción en cadena. El apoyo individual a una reivindicación colectiva, aunque sea con un propósito en apariencia de poco impacto financiero como es la creación de un bosque urbano, ayuda a transformar la mentalidad de la gente y, por lo tanto, a transformar en forma distinta el País.
Pasar de que éstas sean meras iniciativas aisladas, a que se conviertan en un movimiento de rescate de áreas verdes, depende de las comunidades, y también de las agencias del Gobierno y los municipios que tienen en sus manos fomentar estas obras y tramitar cesiones y permisos.
La idea es que en el futuro podamos celebrar nuevos nacimientos boscosos como el de Los Filtros.