DESINCENTIVA DOS
Dos más dos son cuatro aunque lo diga un loco. Échele la culpa a quien le venga en gana, el orden de los factores no altera el producto: Puerto Rico está en la bancarrota. La junta del Banco Gubernamental de Fomento advierte que si no se aprueba la reforma contributiva es “muy probable”´ un cierre gubernamental en los próximos meses. Vamos, pasado mañana.
Los economistas llevan siglos haciendo advertencias. Sí, siglos. No es porque lo diga ella, cualquiera que use el menos común de los sentidos llega a la misma conclusión. Hombre, claro que me revienta el hígado la idea de pagar el IVA, pero el 35 por ciento no puede seguir cargando con el peso de todo el país más el de los incentivados del extranjero.
A ver si exigimos que, con la misma mano que firman la aprobación del IVA, firmen la eliminación de todos los “incentivos”´ que no rindan beneficio alguno. Si nosotros, desincentivados, tenemos que pagar, que paguen ellos también. A cuenta de qué hay que incentivar a Paulson y sus amigotes mientras desincentivan al país que va, sin escalas, al precipicio. Pues como KPMG recomienda erradicar exenciones, comiencen, pero ya, a eliminar “incentivos” y exenciones de un plumazo.
Las legislaturas de turno, todas, han sido de idea fija: aprobar emisiones de bonos para cubrir gastos ordinarios y cuadrar presupuestos deficitarios. Emitir deuda, como todas las adicciones, tiene consecuencias. Éstas tocan a la puerta, factura en mano, con una venganza que se traduce en intereses y penalidades. Trágico y decadente.
Pues no hay de otra, hay que ampliar la base contributiva. Si tienen para darse la vueltita por el Mall, que tengan para aportar al erario. Esto va a reventar como un ciquitraque. Ya lo dijo Serrat: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.