Damos cátedra en atención de tortugas
Tres décadas han pasado desde que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) se embarcó en la tarea de documentar el estado de las tortugas marinas en Puerto Rico, misión que parecía épica en un archipiélago con cientos de playas y con muy pocos voluntarios. Hoy, el panorama es diametralmente distinto.
Aquellos pocos ciudadanos que respondieron al llamado de peregrinar por las costas al anochecer y de madrugada, enfrentando la amenaza de los saqueadores de nidos, inspiraron a otros y hoy, con 11 grupos de tortugueros, Puerto Rico sirve de modelo a nivel mundial.
El biólogo del DRNA Carlos Diez, quien ha liderado estos esfuerzos por los pasados 30 años, recalcó que no hubiese sido posible avanzar sin las comunidades. “En 1984 (luego de que las tortugas fueran designadas especies amenazadas debido a su atractivo comercial) comienzan los primeros censos, que es el sistema que utilizamos para evaluar las tendencias poblacionales (el número de nidos da una idea de las hembras anidando). La agencia, con sus biólogos y oficiales de manejo en sus reservas naturales contabilizaba estos nidos”, relató.
“Los números de tortugas no eran tan altos como se esperaba. Se había comenzado a trabajar con estudiantes, enfocándose un poco en la investigación científica. Luego, al estar trabajando en algunas playas donde había una comunidad ... esa misma gente se fue interesando y ayudando, como en el caso de Maunabo con Luis Crespo, que (la bióloga marina de Sea Grant) Lesbia Moreno lo adiestró”.
De acuerdo con Diez, el proyecto Amigos de las Tortugas Marinas (ATMAR) en Maunabo fue el primer modelo de base comunitaria en proveer trabajo voluntario ininterrumpido de monitoreo y censo de tortugas. Llevan 15 años vigilando playas en Maunabo, Yabucoa y Patillas y tienen el primer centro educativo y de investigación de tortugas marinas del País.
NACE MOVIMIENTO DE PROTECCIÓN.
Crespo explicó que en la década de 1970 estudiaba biología en la Universidad de Puerto Rico y su padre era celador de caza y pesca en el DRNA. Entonces la caza de tortugas y el robo de huevos eran comunes pues muchas familias las consumían por tradición. Comenzó iniciativas de preservación con amigos y luego con sus estudiantes en la escuela Alfonso Cas-