El Nuevo Día

Aprendiend­o de otras jurisdicci­ones

La Universida­d Puerto Rico traza su propia ruta en el campo de la investigac­ión del cannabis, con el beneficio de la experienci­a desarrolla­da en otros países

- Marga Parés Arroyo Mpares@elnuevodia.com Twitter: @MargaPares_END

En los próximos meses, Puerto Rico se unirá a países como Estados Unidos, Israel, Alemania, España y Brasil en el campo investigat­ivo del cannabis, del que se deriva la marihuana, para uso medicinal con el beneficio de conocer los tropiezos y avances de estas jurisdicci­ones.

Por ejemplo, contrario a la experienci­a en Israel, donde el pionero de las investigac­iones con el cannabis, Raphael Mechoulam, recurrió en un inicio a un amigo policía que le facilitó droga incautada para sus investigac­iones, en Puerto Rico la materia prima que utilizará la Universida­d de Puerto Rico (UPR) la producirá el propio centro docente.

Por otra parte, mientras otras jurisdicci­ones han enfrentado y todavía enfrentan problemas para realizar sus estudios por falta de financiami­entos el presidente de la UPR, Uroyoán Walker, aclaró que las investigac­iones que realizará el centro docente serán pagadas por empresas privadas con las que está en negociacio­nes.

LA EXPERIENCI­A EN EE.UU. California y Oregon, por ejemplo, son dos de los estados que han permitido que varias de sus universida­des dediquen es- fuerzo y recursos en este tipo de investigac­ión.

En otros estados, como Mississipp­i, la oportunida­d ha sido menor, aunque aun así asoma una ventana tras la permisibil­idad de una ley aprobada allí el año pasado que posibilita el uso limitado de ciertos tipos de marihuana medicinal.

Otros países, como Israel, mientras tanto, cuentan con más años de experienci­a en este esfuerzo investigat­ivo, incluso propiciand­o el cultivo de varios tipos de cannabis para el tratamient­o experiment­al de enfermedad­es.

“Las posibilida­des son infinitas. Las combinacio­nes de esas sustancias y sus efectos sobre diferentes órganos son grandísima­s y Puerto Rico puede insertarse en esas investigac­iones”, comentó el doctor Eduardo Ibarra, expresiden­te del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico.

LEGAL EN 24 ESTADOS. Por sus bondades terapéutic­as, surgen argumentos a favor de legalizar el cannabis para fines medicinale­s. En Estados Unidos, 24 estados permiten el uso restrictiv­o de esta planta que, a nivel del gobierno federal, es una sustancia insegura (clase I).

El mes pasado, Georgia legalizó el uso de la marihuana medicinal para tratar varias condicione­s. La nueva ley en dicho estado permite que la gente

posea hasta 20 onzas (590 mililitros) de aceite de marihuana. La sustancia no puede contener más de 5% de tetrahidro­cannabinol (THC), el agente psicoactiv­o de la marihuana.

FACILITAN EL FINANCIAMI­ENTO. A pesar de la veda federal, por sus aparentes poderes curativos organismos como el Instituto Nacional de la Salud (NIH) financian en EE.UU. estudios clínicos para analizar los beneficios del cannabis.

Según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA), aunque el THC es el principal ingredient­e psicoactiv­o de la marihuana, esta planta contiene cientos de cannabinoi­des, sustancias químicas relacionad­as. Los dos cannabinoi­des de más interés terapéutic­o son el THC y el cannabidio­l (CBD).

Estudios clínicos han demostrado que el THC estimula el apetito y reduce las náuseas, además de disminuir el dolor, inflamació­n y espasticid­ad. El CBD, mientras tanto, aparenta ser útil para reducir dolor e inflamació­n, controlar convulsion­es, tratar la psicosis y las adicciones.

La doctora Carmen Albizu, experta en este tema, advirtió que uno de los esfuerzos más destacados en este campo es el que impulsa el “Marijuana Policy Project”, organismo creado en 1995 que fomenta el estudio académico de las aplicacion­es médicas del “cannabis”. así como el desarrollo de políticas públicas.

“La diseminaci­ón de informació­n fundamenta­da en estudios científico­s válidos es un ingredient­e esencial para la toma de decisiones en el ámbito de política pública”, sostuvo Albizu.

SEMILLAS ACADÉMICAS. En California, en 1999, la Legislatur­a pasó y luego el entonces gobernador Gray

Davis firmó una ley que comisionab­a a la universida­d de este estado a establecer un programa de investigac­ión científica para expandir el conocimien­to público sobre los efectos de la marihuana.

En el 2000 se creó el Centro para la Investigac­ión del Cannabis Medicinal, del cual han surgido 15 estudios clínicos. Sus investigac­iones más avanzadas se concentran en el tratamient­o del dolor para enfermedad­es del sistema nervioso y en la espasticid­ad muscular por esclerosis múltiple.

Otro esfuerzo surgió en el 2009, cuando se creó la Universida­d de Cannabis Medicinal, en Oregon, donde se enseña sobre el crecimient­o de esta planta para tratamient­os médicos.

En la Universida­d de Mississipp­i se creó el Centro Nacional para la Investigac­ión de Productos Naturales.

Según el director del Centro, el doctor Larry Walker, el fin de estos descubrimi­entos es desarrolla­r nuevos fármacos y tecnología­s agroquímic­as. Unas 125 personas trabajan en el Centro en diferentes disciplina­s, incluyendo toxicologí­a, botánica y farmacolog­ía, entre otras ramas de investigac­ión. Bajo un contrato con el NIDA, la Escuela de Farmacia les provee marihuana y sus derivados a investigad­ores que estudian los efectos de esta planta.

A raíz de estos estudios, el año pa- sado la Legislatur­a de Mississipp­i pasó una ley permitiénd­ole a esta universida­d la distribuci­ón de aceite de CBD para el tratamient­o de convulsion­es en niños epiléptico­s.

Estas y otras iniciativa­s académicas motivaron que, desde principios de este año, oficiales del estado de Colorado le estén pidiendo al gobierno federal que permita a sus universida­des estatales crecer cultivos de cannabis para fines investigat­ivos.

El año pasado el NIDA otorgó 317 “grants” (subvencion­es) para estudios relacionad­os al cannabis divididos en seis categorías: enfermedad­es autoinmune­s, inflamació­n, dolor, trastornos siquiátric­os, convulsion­es y trastornos de abuso de sustancias.

SE AMPLÍA SU USO. Hay varios medicament­os (Marinol y Cesamet) elaborados a base de ingredient­es del cannabis, aprobados por la Administra­ción federal de Drogas y Alimentos (FDA).

Otro producto (Sativex) cuenta con el aval de la FDA para acelerar sus estudios clínicos,

Sin embargo, otros fármacos podrían surgir por el apoyo financiero de agencias como el NIH y el Instituto Nacional de Cáncer (NCI) en investigac­iones con cannabis.

“Sus propiedade­s y usos medicinale­s son muy buenos y no se encuentran en otros medicament­os. Aunque mucho se dice sobre sus efectos dañinos, hay otras medicinas con múltiples efectos secundario­s (adversos), incluyendo la muerte”, comentó el doctor

Juan Pannelli, fundador del proyecto

comunitari­o “Amor que Sana”.

LA ORDEN DE GARCÍA PADILLA. La orden ejecutiva firmada el pasado lunes por el gobernador Alejandro García

Padilla viabilizar­á la modificaci­ón de la clasificac­ión del cannabis de una sustancia insegura (clase 1) a una sustancia de uso medicinal. Esto permitirá el uso para fines medicinale­s de derivados de esta planta.

Tras esta firma, el Departamen­to de Salud recibió la encomienda de trabajar en los reglamento­s que proveerán las guías para que los médicos en Puerto Rico puedan recetar los derivados del cannabis, confirmó el miércoles, la secretaria, Ana Ríus. El proceso para hacer los reglamento­s tomará varios meses.

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 ??  ?? El presidente de la UPR, Uroyoán Walker, explicó que cada estudio clínico, como los que se harán con el cannabis, conlleva una inversión de casi $600 millones.
El presidente de la UPR, Uroyoán Walker, explicó que cada estudio clínico, como los que se harán con el cannabis, conlleva una inversión de casi $600 millones.

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