Mano amiga en pro del desarrollo de las empresarias
SBA reconoce la excelencia del Instituto Empresarial de la Mujer
Las féminas están participando cada vez con más fuerza en el mundo empresarial, y en ese proceso de convertirse en dueñas de negocios muchas han recurrido a lo largo de los últimos 18 años al Instituto Empresarial de la Mujer (IEM), localizado en la Universidad del Sagrado Corazón (USC) en Santurce.
El IEM se estableció en Puerto Rico en 1997 gracias a un acuerdo cooperativo entre la Administración federal de Pequeños Negocios (SBA por sus siglas en inglés) y la USC. Desde entonces se ha convertido en la principal organización en el País dedicada a apoyar a mujeres que aspiran a crear, fortalecer o expandir su negocio por medio de talleres de capacitación y asesoría individualizada. Aunque sus servicios fueron creados y dirigidos a la mujer, la entidad no discrimina por razón de género, y ofrece también servicios a hombres.
La aportación del IEM ha sido reconocida este año por la SBA al concederle el galardón “2015 Women’s Businness Center of Excellence Award”. La premiación tuvo lugar este pasado viernes en la capital federal.
“Es un honor haber sido seleccionados para recibir el Premio a la Excelencia 2015 a nivel nacional. Como Centro estamos muy agradecidos por tan prestigioso reconocimiento y reafirmamos nuestro compromi- so con el empresarismo local, así como con el desarrollo económico de Puerto Rico”, sostuvo Limaris Aponte, directora del IEM.
Señaló Aponte que cada año el IEM capacita a un millar de mujeres. La mayoría de ellas -80%- acude a las actividades porque están interesadas en establecer su pequeño negocio; mientras el restante 20% ya tienen su empresa y desea asesoría sobre cómo expandirla.
La recesión económica ha hecho que más féminas se interesen en el empresarismo, ya que cada vez los
empleos son más escasos. “La recesión ha representado una oportunidad para impactar a más personas que están llegando buscando información sobre cómo montar un negocio”. Pero cuando se les orienta, dijo Aponte, no se animan a dar el paso tan fácilmente.
RESULTADOS. En promedio, en los pasados cuatro años el IEM ha ayudado a establecer una decena de pequeñas empresas anualmente. Además, ha apoyado a viabilizar casi $1 millón en financiamiento, tanto para empresas incipientes como las que están en expansión, en ese mismo periodo de tiempo.
El perfil de la clientela es, en su mayoría, mujeres de 25 años en adelante, muchas de las cuales son desventajadas económicamente.
El Instituto cuenta con dos analistas de negocios y un programa de voluntarios, quienes ofrecen seminarios y talleres a través de la Isla; algunos son gratuitos y otros a precios razonables. Las asesorías son individualizadas y generalmente se ofrecen en las instalaciones del IEM en Santurce por cita previa. Estas conllevan un costo de $30 por hora.
Más allá de los seminarios y talleres, el IEM se destaca también por la celebración de dos eventos: Entre Empresarias y Empresarismo con Aroma de Mujer.
Entre Empresarias surgió hace 10 años y es un foro trimestral en el que la dueña de un negocio expone una problemática de su empresa o pide ideas sobre un tema en particular que desea implantar en el negocio. De acuerdo a lo presentado, el caso es evaluado y la empresaria recibe asesoría al instante.
Mientras, Empresarismo con Aroma de Mujer es una actividad anual en la cual hay charlas, panel de expertos, conversatorio, exhibición de productos y servicios, así como actividades que propician el desarrollo de redes de apoyo y de negocios entre las féminas que abrazan el empresarismo.
DE CARA AL FUTURO. La dirección de la USC reconoce el potencial que tiene el IEM para seguir contribuyendo al desarrollo económico del País y por eso se ha comprometido con fortalecer aún más el programa.
“A través de estos años el Instituto Empresarial ha hecho una aportación valiosa. Es una plataforma cónsona con la misión de la Universidad en su responsabilidad social que ha ayudado al desarrollo de la mujer en el mundo de los negocios”, manifestó Gil
berto Marxuach, nuevo presidente de la USC.
Marxuach indicó que una de las prioridades con las que le gustaría que el IEM se envuelva, de cara al futuro, es en el facilitarle a la clientela el proceso de comenzar un negocio.
“Quiero fortalecer la fase de apoyo en la ejecución para que más mujeres puedan empezar su propio negocio, desarrollarlo y hacerlo crecer”, dijo el presidente.
Opinó que muchos negocios tienen el potencial de crecer, pero no lo hacen y se estancan, o se caen en el intento de expandir porque no saben qué pasos dar, cómo hacerlo y tampoco cuentan con alguien que los ayude o al que puedan consultar durante ese proceso.
Por eso, enfatizó que el IEM puede convertirse en ese programa de apoyo al que las clientes acudan cuando decidan llevar el negocio al próximo nivel. Al así hacerlo, se retendrían más empleos.
“Ahora hay más ayudas que hace 20 años, pero mucha gente lo desconoce. Un lugar como el Instituto Empresarial de la Mujer puede servir de filtro para conseguir a personas serias y responsables que pueden ayudar a las emprendedoras”, comentó Marxuach.
De hecho, él hace la distinción entre emprendimiento y empresarismo. Dijo que la primera se refiere a una actitud de vida, a tomar acción, echar hacia adelante, y no temer miedo a fracasar, caerse y levantarse. Mientras, la segunda, según él, es también una actitud de vida, pero asociado a las empresas comerciales.
Agregó que el gran reto de las universidades es “cómo migramos esa actitud a todas las facultades, y no limitarla a la facultad de Administración de Empresas”.
Otra de las asignaciones pendientes que abonaría al fortalecimiento del ecosistema empresarial en Puerto Rico es la investigación académica sobre el perfil de los empresarios y sus necesidades. “Tenemos mucho trabajo que realizar en el campo de la investigación sobre mujeres dueñas de negocios”, expresó el presidente universitario.
CLIENTES EXITOSAS. Desde el comienzo en 1997, el IEM ha tenido clientes que han respaldado el servicio, y van una y otra vez a recibir asesoría. Otras se han convertido en participantes asiduas de los talleres y seminarios. Una de esas empresarias es Nayda
Ramos, fundadora y propietaria de la cadena Kiddie Kuts, peluquería y salón de estilismo para pequeñines.
Nayda, quien estudió Administración de Empresas y trabajaba como banquera, decidió convertirse en empresaria en 1995 y abrió su novedoso concepto para niños en Guaynabo.
Pronto comenzó a recibir una buena cantidad de clientes, y por eso cuando abrió el IEM dos años después, no dudó en acudir a buscar orientación sobre cómo obtener financiamiento para seguir creciendo.
“Fui de las primeras clientes del Instituto. Ellos me dieron la oportunidad de crecer el negocio cuando más lo necesitaba”, manifestó Ramos.
Kiddie Kuts lleva ya 20 años en el mercado y cuenta con tres establecimientos: en Guaynabo, El Señorial y una franquicia en Carolina. “El Instituto me ha ayudado en todo lo que yo he necesitado en diferentes etapas del negocio. Desde asesoría individual para preparar el Plan de Negocios hasta paneles de apoyo y el evento Entre Empresarias donde muchas mujeres compartimos nuestras preocupaciones y retos”, expresó Ramos.
Érica Reyes, egresada de la USC, es otra de las clientes exitosas del IEM. Estudió Turismo y Mercadeo, y al graduarse se fue a trabajar en una farmacéutica. Sin embargo, los contratiempos en la industria causados por la derogación de la sección 936 del Código de Rentas Internas federal, la llevó a hacer un cambio en su vida y desarrolló un plan B.
Reyes recordó que en su universidad había un centro de apoyo empresarial para féminas y no vaciló en acudir a buscar ayuda. Deseaba montar un negocio especializado en la degustación de buen café puertorriqueño.
Sus padres eran beneficiadores de café en Orocovis y ella creció en ese mundo, así que optó por poner en ejecución una idea que había presentado para un proyecto de clases en la Universidad.
Así nació Café Cola'o, que ubica en el Viejo San Juan. Contó que el IEM le ayudó a afinar su plan de negocios. “El reto más grande fue hablar con los caficultores y poder explicarles cómo quería el café que vendería en mi negocio”, dijo Reyes, quien indicó que el Instituto la acompañó a lo largo de todo el proceso hasta lograr ser una de las primeras personas en obtener los beneficios del programa La llave para tu negocio en el 2006, año en el que abrió el establecimiento.
Reyes siguió especializándose, se certificó como catadora y en el 2011 diversificó su negocio al abrir la primera Escuela de café y baristas de Puerto Rico, en la avenida De Diego en Río Piedras. Con esta escuela, incluso ofrece cursos fuera de Puerto Rico. La dinámica empresaria reconoció que a través de los años, ha contado con el apoyo del IEM para seguir evolucionando en su carrera empresarial.
Por su parte, el presidente de la USC concluyó que sitios como el IEM son “sitios de encuentro donde la comunidad acude a buscar apoyo, a unirse, a aprender y a enseñar”.
“Fui de las primeras clientes del Instituto. Ellos me dieron la oportunidad de crecer el negocio cuando más lo necesitaba” NAYDA RAMOS Fundadora de Kiddie Kuts