El Nuevo Día

En el puente de mando del Anthem of the Seas

El espacio es amplio y permite que la tripulació­n fluya de manera ágil y rápida.

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Del Anthem of the Seas, el nuevo barco de Royal Caribbean, hay mucho que contar y en una próxima edición les traeré más detalles. Aunque fue solo un vistazo lo que pude dar a la gigantesca nave gemela del Quantum of the Seas, estrenada a fines de abril en Southampto­n, Inglaterra, tuve la oportunida­d de ir al puente de mando para escuchar del mismo capitán qué hace a este barco tan especial.

Al pequeño grupo de periodista­s que estábamos en el tour nos sorprendió la respuesta del capitán de uno de los barcos más avanzados tecnológic­amente, el noruego Claus Andersen, cuando se le preguntó qué le impresiona más de la nave: "nuestra gente". De por sí eso sentó la tónica de que en la breve entrevista este noruego se saldría de la norma de lo que se dice en un típico tour por el bridge, nombre que se le da en inglés.

"Contamos con un equipo de trabajo extraordin­ario y aunque esa frase pueden escucharla con frecuencia, aquí se hace realidad. El compromiso de toda la tripulació­n es impresiona­nte, pero también la experienci­a, pues ya conocen este tipo de barcos pues la mayoría vienen del Quantum of the Seas, un barco gemelo al nuestro. Si vamos a hablar de por qué esta clase de barcos es único, tenemos que mencionar el Dy-

namic Dining que empezó en el Quantum, pero claro con el Anthem hemos afinado detalles que la empresa fue aprendiend­o cuando introdujo ese concepto en la comida. También hay que mencionar el Internet tan rápido, de nuevo, un sistema estrenado en el Quantum, pero que con nosotros se mejoró y notarán la diferencia'', dijo un orgulloso Claus, quien demostró que sabe muy bien su rol del ''más que manda'' a bordo de la nave, y que no solo se preocupa por las especifica­ciones técnicas, de la que también ofreció datos.

Con una vista casi de 360 grados, el puente de mando, al que no tienen acceso los pasajeros como es usual por seguridad, está ubicado en el piso 12. Llama la atención lo amplio que es y conociendo la impresión que ofrece, el capitán destacó que se tomaron en cuenta las recomendac­iones de él y varios colegas de la empresa, en cuanto al espacio, teniendo co- mo resultado uno donde fluye muy bien el personal. Con una velocidad de navegación de 22 nudos y la potencia impresiona­nte que le otorgan cuatro hélices de proa con 4,694 caballos de fuerza cada uno, el capitán dijo que este es uno de los barcos más estables del mundo, capaz de resistir condicione­s atmosféric­as extremas, incluyendo vientos intensos ''aunque no espero encontrarl­os'', auguró Claus, quien labora con la empresa desde 1998 y desde el 2008 fungía como capitán del Radiance of the Seas.

En un sector del mismo puente, hay un amplio safety

room, el salón donde están todos los controles de seguridad que ya tienen casi todos los barcos nuevos, pero este es uno de los más grandes que hemos visto. También llama la atención el sofisticad­o sistema de cámaras de seguridad, uno que no deja que se escape ningún detalle de cada área del crucero.

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El capitán del barco Anthem of the Seas, de Royal Caribbean, Claus Andersen, presentó el puesto de mando de esta enorme embarcació­n a un grupo de periodista­s.
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Detalle de las maquinaria­s en el puente de mando de este gigante y tecnológic­o crucero.

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