Que no sea otro ejercicio fallido el diálogo fiscal
En su comparecencia pública ayer, en la que trató sin mucho éxito de explicar el derrotero que ha seguido la crisis fiscal y la reactivación sin consenso de su propuesta del IVA, el gobernador Alejandro García Padilla sorprendió al País al mantenerse en u
Alo que esta postura ejecutiva puede conducir es a otro tranque que el País, por cansancio, no está en condiciones de soportar, ni las partes en capacidad juiciosa de resolver. Porque sacar a Puerto Rico de esta paralizante incertidumbre y levantar el Gobierno del profundo coma fiscal requerirá del Ejecutivo y el Legislativo que conduzcan las “negociaciones”, que por fin han reiniciado, de una forma abierta, con voluntad para diseñar un acuerdo contributivo justo, honesto, práctico y ejecutable; así como un presupuesto que derive en soluciones urgentes y concretas a las necesidades de los puertorriqueños. Un acuerdo que genere recursos inmediatos y provea el escenario para trabajar las reestructuraciones fiscales y organizacionales que esta Administración, a veces inmersa en un estado de negación, ha retrasado o ha evadido emprender.
Las propuestas viables, transicionales, son una necesidad imperiosa ahora. Por eso, aunque vemos bien que se retome el camino del diálogo, sorprende que la forma utilizada por el gobernador para este nuevo esfuerzo con el caucus de su partido haya sido insistir, en esta coyuntura, en una propuesta del Impuesto al Valor Añadido (de 13.25%), similar a la que concluyó con su derrota en la Cámara.
Hay que abandonar las sendas del pulseo estéril, de la debilitante demostración de fuerzas, y ver cómo se llega a una salida airosa para el País, con un acuerdo que ayude a restablecer el clima de confianza necesario para la reactivación económica y que invita a la inversión.
Esa versión de 13.25% examinada someramente -debido, desde luego, a que los datos no fueron divulgados en su totalidad por tratarse de un documento de trabajo que se examinaría en una reunión mañana jueves en La Fortaleza- empezó a ser cuestionada desde el mismo momento en que trascendió a raíz de la primera reunión del lunes entre el mandatario y los presidentes legislativos. Ya ayer, legisladores del mismo partido de Gobierno que habían votado contra el proyecto sustitutivo advertían que harían lo mismo con esta versión, mientras parte del liderato legislativo la declaraba sin consenso.
No obstante, las declaraciones del gobernador García Padilla a los efectos de que durante el largo cónclave del lunes entre los legisladores de mayoría, él y su equipo económico no se entró en detalles de ninguna propuesta en términos porcentuales, sugieren que aún hay un amplio tramo por recorrer.
Aparte de describir como “documento de trabajo” la propuesta reseñada por El Nuevo Día antes de la segunda de las dos reuniones en La Fortaleza, el Ejecutivo sí aseguró que el objetivo común presente en ambas reuniones fue el reconocimiento de que el Gobierno se tiene que enfocar en conseguir los recursos fiscales que necesita para sus programas y servicios. No era para menos.
Según la propuesta que trascendió a los legisladores, la tasa contributiva del IVA no se haría extensiva a la educación y la salud, a la vez que los recortes de gastos por $1,583 millones que el gobernador anunció tras la derrota de la medida de 14% se reducirían a unos $500 millones, de los cuales la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) habría identificado unos $160 millones.
Sin embargo, los alivios contributivos propuestos con el IVA original para los individuos (con ingresos de hasta $40,000 anuales por persona y hasta $80,000 por pareja) serían reducidos y limitados a sectores específicos, como la población de la tercera edad y los jubilados.
De cara a la reunión de mañana jueves en La Fortaleza, el gobernador, los presidentes legislativos y todos los miembros de la mayoría deben empezar a cambiar el curso de este accidentado episodio de nuestra historia fiscal y económica, llevando a discusión alternativas responsables y viables. No insistan en proyectos que hagan de esta nueva etapa de “diálogo” otro ejercicio fallido.